Según una encuesta publicada ayer por el diario israelí Haaretz, el 38% de la población lo ve como la mejor opción para ocupar el cargo de primer ministro.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sigue siendo el líder indiscutible de la política de Israel, a pesar del descontentó que provocó en la mayoría de los ciudadanos por la manera en que puso fin a la guerra de Gaza y por cómo la gestionó.

Según una encuesta publicada ayer por el diario israelí Haaretz, el 38% de la población lo ve como la mejor opción para ocupar el cargo de primer ministro. Eso es más de cinco veces la puntuación que obtiene su rival y líder de la oposición, el laborista Isaac Herzog, al que apoya el 7% de los ciudadanos.

El ministro de Finanzas y presidente el partido Yesh Atid (Hay Futuro), Yair Lapid, se encuentra en la parte inferior de la lista, con sólo un 4% de israelíes que lo consideran como su principal opción para el puesto de primer ministro.

Por su parte, el ministro del Interior, Gideon Saar, que el miércoles anunció que se tomaría "un descanso" de la política cuando pasen las fiestas judías de septiembre y octubre, consigue en la encuesta el apoyo del 5% de los ciudadanos para ser jefe del Gobierno.

Saar -número dos del Likud, el partido líder de la derecha israelí, encabezado por Netanyahu- nunca se ha presentado a unas elecciones con la intención de ser primer ministro ni ha dicho nunca que quiera ocupar este cargo en el futuro, pero una parte de los israelíes lo tienen en mente como posible candidato.