El presidente ruso, Dmitri Medvedev, dijo el viernes que su país votará en contra de cualquier resolución de la ONU que busque revertir este o aquel régimen en el mundo.
El presidente ruso, Dmitri Medvedev, dijo el viernes que su país votará en contra de cualquier resolución de la ONU que busque revertir este o aquel régimen en el mundo.
“Rusia se opondrá a cualquier intento de justificar, por medio del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, las sanciones unilaterales contra los así llamados regímenes indeseables”, dijo el presidente, que agregó que la ONU no se había creado para ese fin.
Él señaló que el proyecto europeo sobre Siria, vetado por Rusia, permitía repetir el “escenario de Libia” en este país.
Medvedev acusó a los autores de la resolución de la ONU sobre Siria de no haber considerado una “idea simple”: “incluir en el texto que no habría ninguna intervención militar en el conflicto”, dijo el presidente ruso.
“Esto simplemente significa que nuestros socios no descartan una repetición del escenario de Libia, aunque en conversaciones privadas ellos afirmen: entendemos que Siria no es Libia”, dijo Medvedev.
“Los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tienen una responsabilidad especial por el destino de la paz mundial”, dijo el jefe de Estado ruso, recordando que en Libia la adopción de sanciones por el Consejo de Seguridad de la ONU para proteger a los civiles había ayudado a iniciar una operación militar internacional que fue más allá del mandato de la ONU.
El presidente ruso también pidió a las autoridades sirias que realizaran reformas o abandonaran el poder. “Estamos trabajando activamente con los dirigentes sirios que ellos emprendan las reformas necesarias” en el país.
Si estos líderes no son capaces de llevar a cabo estas reformas, deberían irse, pero es, en todo caso, al pueblo y el régimen sirio los que les competen decidir esto, y no a la OTAN o algunos países europeos”, dijo Medvedev.
Los países occidentales, que presentaron el martes un proyecto de resolución pidiendo “medidas específicas” contra Siria, denunciaron el veto de Rusia y China.
Moscú había propuesto su propio proyecto de resolución en la ONU subrayando la necesidad de un diálogo político en Siria y abogabando por presionar a la oposición y el régimen del presidente sirio para que emprendieran dicho diálogo.