Oficiales de la Inteligencia británica han estado dialogando con el gobierno sirio con el fin de adquirir información valiosa para los ataques contra el grupo terrorista Estado Islámico.
Oficiales de la Inteligencia británica han estado dialogando con el gobierno sirio con el fin de adquirir información valiosa para los ataques contra el grupo terrorista Estado Islámico.
Miembros del M-16, la agencia de espionaje británico, han estado negociando con diplomáticos del Ministerio de Exteriores y el servicio de inteligencia de Siria desde los meses anteriores al inicio de los ataques contra el Estado Islámico (EI).
Estos esfuerzos contradicen la insistencia del ministro de Exteriores británico, Philip Hammond, en que no llegaría a acuerdos con el gobierno sirio y en que una coordinación con Damasco no sería “práctica o útil”.
Hammond negó que el Reino Unido fuera a suscribir un “pacto venenoso” con el gobierno del presidente Bashar al Assad a pesar de que algunos expertos, como el antiguo jefe del Ejército británico general Richard Dannat, lo hallan pedido.
Una fuente de la Inteligencia británica dijo al periódico que “tiene sentido que el M-16 intente un acercamiento al gobierno de Assad, en primer lugar a través de terceros, como algunos países árabes, y luego directamente. Sería asombroso que las agencias de la inteligencia británica no hablaran con la gente de Assad. Estas conversaciones tienen un beneficio incalculable para la seguridad del Reino Unido”.
Se cree que el servicio de inteligencia de Assad posee información muy valiosa sobre el paradero de los rehenes británicos en poder del EI.
La fuente añadió que “Siria es un crisol para los militantes extranjeros, cientos de ellos británicos. El Reino Unido tiene un enorme problema en su futuro, cuando estos combatientes endurecidos por la batalla retornen al país. Ellos pueden causar daño a civiles allí”.