La presidenta argentina ha afirmado que EEUU y varios círculos financieros argentinos están conspirando para derrocar su gobierno, mediante una campaña económica y especulativa, e incluso asesinarla.

La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha afirmado en un discurso que EEUU y varios círculos financieros argentinos están conspirando para derrocar su gobierno, mediante una campaña económica y especultiva, e incluso asesinarla.

Kirchner declaró el martes que algunos círculos empresariales argentinos e instituciones bancarias están conspirando para derrocar a su gobierno utilizando tácticas como acaparamiento de comida y almacenamiento de vehículos y otras tácticas de presión. “Ellos quieren derrocar al gobierno con la ayuda exterior”.

La presidenta argentina insistió en que en su reciente visita al Papa Francisco, ella fue alertada sobre un complot de asesinato contra ella por parte del grupo terrorista EI, que actúa en Oriente Medio..

Además, poco después la Embajada de EEUU en Buenos Aires emitió una advertencia a sus ciudadanos que residen en Argentina para que tomaran medidas de seguridad en el país, lo que irritó a la presidenta. “Después de ver las cosas que se están haciendo desde representaciones diplomáticas (denunciar inseguridad en Argentina), que no vengan a crearnos una historieta de que el EI me está buscando para matarme”, señaló.

“Así que si algo me ocurre, no miréis a Oriente Medio, mirad hacia el norte (a EEUU)”, dijo ella.

Al salir después a un patio interno de la Casa Rosada, le dijo a sus partidarios que “redoblen los esfuerzos de unidad y militancia” en defensa del gobierno.

Kirchner también prometió que Buenos Aires investigará a las instituciones financieras que operan en el mercado monetario y que están intentando desestabilizar la economía del país.

“Hay una maniobra de pinzas sobre Argentina hecha por los exportadores que perdieron dinero por impericia e idiotez. Y también los industriales de automotores que ’encanutan’ (guardan) los autos y les dicen a los consumidores que no tienen. Lo que esperan es una devaluación” , sostuvo.

Argentina está enfrascada en una disputa con varios fondos de cobertura, llamados “buitres”, de EEUU. Estos inversores, liderados por NML, compraron bonos de deuda pública de Argentina después de que el país declarara la suspensión de pagos en 2001.

Un tribunal de Nueva York condenó en junio a Argentina a pagar a un grupo de estos fondos buitres una indemnización desproporcionada. El gobierno argentino ha rechazado este insólito fallo que tuvo lugar poco después de que concluyera un acuerdo con el 93% de sus acreedores. Argentina ha pedido la intervención del gobierno de EEUU, señalando que él es responsable de sus instituciones financieras, pero la administración estadounidense no ha querido implicarse en este tema.

El gobierno argentino acusa también a los opositores de sus política de querer desestabilizar el país especulando con el dólar, cuya cotización en el mercado negro ha estado creciendo en los últimos meses. Un dólar se cambia a 8,5 pesos en las oficinas oficiales de cambio y alcanza los 16 en el mercado informal.