Para los rebeldes sirios “moderados”, el Frente al Nusra es un valioso aliado en la lucha contra el gobierno de Siria con el que comparte objetivos e incluso armas y suministros.
Para la comunidad internacional y EEUU, el Frente al Nusra es una organización terrorista vinculada a Al Qaida y reconocida como tal por la ONU.
Para los rebeldes sirios “moderados”, sin embargo, el Frente al Nusra es un valioso aliado en la lucha contra el gobierno de Siria con el que comparte objetivos e incluso armas y suministros.
Esto significa que cualquier ayuda de la Administración estadounidense a los falsamente llamados “rebeldes moderados” sirios terminará en las manos de Al Qaida.
Según el diario estadounidense fresnobee.com, varios expertos señalan, sin embargo, que la lucha contra el Frente al Nusra ha comenzado. En su primer ataque contra terroristas en Siria el pasado 23 de Septiembre, EEUU no bombardeó sólo posiciones del Estado Islámico sino también ocho bases pertenecientes al Frente al Nusra, matando a 50 de sus militantes.
El bombardeó se centró en uno de los grupos afiliados al Frente al Nusra, Jorasan, que planeaba atentados en EEUU y Europa. Este ataque dio lugar a una serie de amenazas por parte del Frente al Nusra de cometer atentados en los países occidentales.
El portavoz del Pentágono, vicealmirante John Kirby, dijo a los periodistas esta semana que tanto el Estado Islámico como el Frente al Nusra “surgieron” de Al Qaida.. “En nuestra mente y desde una perspectiva militar ellos son uno y lo mismo”.
Al día siguiente el Departamento del Tesoro designó a seis sospechosos de ser miembros del Frente al Nusra como terroristas internacionales, vinculándoles a las actividades de reclutamiento y financiación de Al Qaida en todo el mundo.
Estas acciones estadounidenses han irritado a los rebeldes, que consideran que el Frente al Nusra se halla en la vanguardia de la lucha contra el gobierno de Bashar al Assad.
Cuando EEUU incluyó al Frente al Nusra en su lista de grupos terroristas, varias organizaciones firmaron una petición de apoyo a la organización y algunos miembros de la oposición siria se manifestaron en algunas ciudades con carteles que decían: “Todos ellos somos el Frente al Nusra ahora” en lo que muchos dijeron irónicamente que era un claro reconocimiento de la auténtica ideología de esta oposición.
La designación de Washington tuvo además un efecto nulo en el campo de batalla. Los combatientes del Frente al Nusra y los rebeldes sirios continuaron sus operaciones conjuntas y el primero fue ganando más apoyo e influencia en partes del país, en especial en el Sur.
En octubre de 2013, el grupo pro-derechos humanos de EEUU Human Rights Watch detalló en un informe las atrocidades y crímenes cometidos contra civiles por el Frente al Nusra durante una ofensiva en la provincia de Latakia.
Los grupos rebeles “moderados” rompieron sólo con el Estado Islámico en enero de este año, cuando el grupo actuó para apoderarse de grandes extensiones de territorio en el norte de Siria y proclamó su “califato” en partes de ese país e Iraq.
“EEUU quiere que Assad se vaya, pero quiere echarlo por medio de las organizaciones “correctas”, dijo Caitlin Ryan, que enseña cursos sobre terrorismo en Oriente Medio en la Universidad de Ohio, a fresnobee.com. “Pero no puedes atacar selectivamente a partes de esa oposición y que las otras partes no se irriten”.
Ahora, tras las amenazas de Abu Mohammad al Yulani, líder del Frente al Nusra, prometiendo represalias, en forma de atentados, en los países occidentales por los ataques de la coalición anti-EI, la situación de Washington hacia sus aliados “moderados” podría convertirse en algo insostenible.
En una reciente sesión sobre el Estado Islámico el pasado mes, el senador Christopher Murphy fue uno de los congresistas que expresaron su preocupación por el Frente al Nusra. Él se refirió a “una variedad de informes”, incluyendo algunos recientes que muestran que los “rebeldes apoyados por EEUU” trabajan codo a codo con el Frente al Nusra.
“¿Cómo van a darnos seguridades de que no vamos a entrenar a una fuerza que luego entre en batalla al lado de un conocido afiliado de Al Qaida?”, preguntó Murphy al secretario de Estado, John Kerry. Él añadió que una fuerza rebelde que dependa de Al Qaida “no es una realidad que estemos preparados para aceptar”.