“Es extraño de su parte tratar de defender los actos de su gobierno afirmando que nuestra respuesta no refleja los valores estadounidenses”.
La Casa Blanca respondió con sequedad el lunes al primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, que había juzgado que la postura adoptada por la Casa Blanca sobre la colonización israelí en Jerusalén. Este era “contraria a los valores norteamericanos”.
“Es extraño de su parte tratar de defender los actos de su gobierno afirmando que nuestra respuesta no refleja los valores estadounidenses”, dijo Josh Earnest, portavoz del gobierno de EEUU.
“La política norteamericana ha siempre clara y no ha cambiado desde hace varias administraciones, tanto demócratas como republicanas: nos oponemos a toda acción unilateral que busque prejuzgar las cuestiones sobre el estatus final, en especial el estatus de Jerusalén”, señaló.
El portavoz de la Casa Blanca dijo que tales construcciones no pueden más que “suscitar la condena de la comunidad internacional” y “alejar a Israel incluso de sus aliados más próximos”.
En una entrevista concedida a la CBS y difundida el domingo, el primer ministro israelí se declaró “desconcertado” por la reacción estadounidense. “Esto va en contra de los valores norteamericanos y no augura nada bueno para la paz”, declaró cínicamente Netanyahu.
Durante un encuentro en la Casa Blanca el miércoles, el presidente de EEUU, Barack Obama, transmitió su viva preocupación por la luz verde dada por Israel a la construcción de 2.610 nuevas viviendas en el barrio de Givat HaMatos, en el Jerusalén Este ocupado.
La comunidad internacional no reconoce la anexión de Jerusalén Este, donde la Autoridad Palestina quiere establecer la capital del Estado palestino. Las resoluciones de la ONU confirman que se trata de un territorio palestino ocupado.