En los últimos días los militantes sirios han llevado un gran ataque en la provincia de Alepo con el fin de tratar de dividir los esfuerzos del Ejército sirio y levantar el cerco a los barrios.

En los últimos días los militantes sirios han llevado un gran ataque en la provincia de Alepo con el fin de tratar de dividir los esfuerzos del Ejército sirio y levantar el cerco a los barrios del este de la ciudad, que están bajo el control de los grupos armados. Este bloqueo ha sido facilitado por la toma de la localidad de Handarat y se hará más hermético cuando el Ejército tome Castello.

De este modo, la milicia de Ahrar al Sham (los Libres del Sham) llevó a cabo un ataque cuyo objetivo inmediato era apoderarse de varias fábricas militares al sureste de Alepo, pero dicha acción se saldó con un fracaso.

Bautizada con el nombre del “Rugido de los Ahrar”, la operación fue iniciada al alba del miércoles por la milicia, que es un componente importante del grupo wahabí Frente Islámico (financiado por Arabia Saudí). Ellos confiaban en el factor sorpresa para avanzar.

Los milicianos se apoderaron de cinco localidades cerca de la ciudad de Safira y bombardearon las posiciones del Ejército regular, pero se vieron pronto obligados a retirarse de estas localidades debido a las respuestas de este último, que incluyó ataques con artillería, helicópteros y tanques. Decenas de terroristas, incluyendo uno de los líderes del grupo, resultaron muertos o heridos.

Una fuente citada por el diario As Safir señaló que ya el objetivo de la operación hubiera sido complicado de realizar hace unos meses, cuando la ciudad de Safira estaba en manos de los terroristas, pero es aún más díficil de lograr hoy en día, cuando está en manos de las fuerzas gubernamentales.

Se trata de la segunda derrota importante de los grupos armados sirios en una semana, tras el revés sufrido por los mismos en la región de Qalamún.