El primer ministro de Iraq ha hablado de nuevo abiertamente acerca de los países que apoyan a los terroristas takfiris del EI, en referencia a Turquía, Arabia Saudí y algunos países árabes del Golfo.
El primer ministro de Iraq, Haider al Abadi, ha hablado de nuevo abiertamente acerca de los países que apoyan a los terroristas takfiris del EI, en referencia a Turquía, Arabia Saudí y algunos países árabes del Golfo.
Abadi hizo estas declaraciones en una entrevista con Al Hurra, un canal por satélite en idioma árabe de EEUU, el lunes.
“Existen muchos provocadores dentro de Arabia Saudí y en algunos países del Golfo Pérsico que abrazan el mismo discurso que el EI”, dijo el primer ministro iraquí.
“El EI supone ahora una amenaza para varios países, incluyendo Arabia Saudí y Turquía, y puede expandirse pronto a otros países y plantear una amenaza a toda la región”, señaló añadiendo que los que respaldan al EI conocen la naturaleza del grupo terrorista, pero esto no les ha impedido continuar su apoyo.
“Ellos conocían eso muy bien, pero imaginaban que podrían utilizar a estos terroristas para presionar a sus enemigos y rivales en la región”.
Él llamó al gobierno saudí a actuar “conforme a las necesidades del tiempo para que podamos abrir una página nueva y positiva para todo el mundo”.
Oposición a las tropas extranjeras
Por otro lado, Iraq ha reiterado una vez más su oposición al despliegue de bases y contingentes militares extranjeros en el país con vistas a detener la ofensiva del Estado Islámico (EI), declaró el ministro iraquí de Exteriores, Ibrahim al Yaafari.
“Hemos declarado claramente y en varias ocasiones nuestra firme oposición al despliegue de tropas extranjeras en nuestro territorio, dado que esto podría sembrar temores y suscitar una inquietud legítima entre la población iraquí”, indicó el jefe de la diplomacia iraquí en una entrevista concedida a la cadena RT.
“Sí, hemos pedido una asistencia en lo que concierne al apoyo aéreo, pero nunca hemos pedido el envío de tropas terrestres a Iraq”, dijo Yaafari.
A finales de septiembre, el jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de EEUU, Martin Dempsey, estimó que los ataques aéreos no son suficientes en la lucha contra los yihadistas del EI y que una operación terrestre podría resultar necesaria en Iraq y en Siria.