Teherán instó a Riad a “no caer en la trampa” de las acusaciones de EEUU sobre la participación de Teherán en un supuesto complot para asesinar al embajador saudí en Washington.

Teherán instó el jueves a Riad a “no caer en la trampa” de las acusaciones de EEUU sobre la participación de Teherán en un supuesto complot para asesinar al embajador saudí en Washington, y dijo que este caso sólo beneficia a EEUU e Israel.

“Este escenario conspirador es tan patético y torpe que incluso los medios de comunicación y los círculos políticos estadounidenses y de sus aliados lo miran con duda”, dijo Ali Ahani, viceministro de Relaciones Exteriores para Europa y EEUU, a la agencia de noticias IRNA.

“Esperamos que Arabia Saudita comprenda los objetivos de este complot”, dijo Ahani. Riad “no debe caer en la trampa (de los estadounidenses), ya que toda perturbación en las relaciones de los países de la región sólo beneficiará a los EEUU y el régimen sionista.”

“El movimiento del despertar islámico que se extiende, el fortalecimiento del papel de Irán en la región, (...) y el hecho de que el programa nuclear de Irán se desarrolla sin problemas y que las sanciones no han tenido efecto sobre él (...) han llevado a Washington a crear este nuevo escenario para tratar de debilitar a Teherán”, dijo Ahani.

Por su parte, la prensa iraní subrayó “la falta de pruebas” y se burló del “fracaso de un complot norteamericano (contra Irán) montado con un antiguo ladrón”, en referencia a los antecedentes penales del acusado irano-americano que ha sido presentado por las autoridades estadounidenses como el promotor del complot.

La Justicia estadounidense anunció el martes el procesamiento de dos ciudadanos iraníes acusados de planear supuestamente el asesinato del embajador saudí en Washington..

Arabia Saudí ha condenado el supuesto “intento odioso e inmoral” de matar a su embajador en Washington, pero no acusó específicamente a Irán.

El jefe del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), Abdellatif Al-Zayani, calificó, por su parte, los hechos como “una flagrante violación de las leyes y convenciones”, que “afectará gravemente a las relaciones entre los países del CCG e Irán”.