Parece que los altos dirigentes egipcios juegan su última carta. Para el vicepresidente egipcio, Omar Suleiman, la petición para la partida inmediata del presidente Mubarak es un llamamiento al caos.
Parece que los altos dirigentes egipcios juegan su última carta. Para el vicepresidente egipcio, Omar Suleiman, la petición para la partida inmediata del presidente Mubarak es un “llamamiento al caos”.
Durante una entrevista telefónica con la televisión nacional en el 10 día de una ola de protestas sin precedentes en todo el país, Suleiman ha pedido a la oposición que abandone la Plaza Tahrir.
“Es posible que haya una influencia extranjera o de los Hermanos Musulmanes... o de ciertos partidos u hombres de negocios. La mayor parte de los que están siempre en la Plaza Tahrir tienen propósitos específicos,” añadió, tras llamar a la oposición a abandonar esta plaza emblemática que los manifestantes ocupan desde el viernes pasado.
El vicepresidente, antiguo jefe de los servicios de inteligencia del régimen de Mubarak, ha llamado a los Hermanos Musulmanes a mantener un diálogo con el poder.
“Nos hemos puesto en contacto con ellos. Les hemos invitado. Pero ellos dudan,” según Suleiman. “Yo digo que ellos tienen dudas. No se han negado y es de su interés el participar en el diálogo, que es una ocasión preciosa para ellos,” añadió.
Los Hermanos Musulmanes se han negado a participar hasta ahora en todo diálogo antes de la partida de Mubarak.
Suleiman ha precisado, por otra parte, que “son necesarias condiciones y restricciones sobre las candidaturas a la Presidencia para que todo el mundo tenga garantías en lo que se refiere al futuro dirigente del país”.