Según Lafontaine, uno de los principales proyectos nacionales de EEUU es el de preservar los mercados y el acceso de EEUU a las materias primas.

Mientras que la política exterior de Washington tenga por objetivo el proteger por la fuerza su suministro de materias primas y los mercados, toda declaración sobre la paz en el mundo no será más que que una cáscara vacía, ha manifestado el antiguo líder del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Oskar Lafontaine, en un artículo publicado en Der Tagesspiegel.

“Los países que apoyan hoy en día las intervenciones militares llevadas a cabo por EEUU se han integrado en la política exterior norteamericana, que ha dejado tras de sí, desde la Segunda Guerra Mundial, ríos de sangre y millones de muertos en el planeta”, escribió.

Oskar Lafontaine citó a George Frost Kennan, un diplomático estadounidense y uno de los ideolólogos de la política exterior de EEUU, que evocó en 1948 la necesidad de promover únicamente los propios intereses nacionales de EEUU “y dejar de hablar de objetivos imprecisos e irrealistas como el respeto a los derechos humanos, la mejora del nivel de vida de la población mundial y la democratización”.

Según Lafontaine, uno de los principales proyectos nacionales de EEUU es el de preservar los mercados y el acceso de EEUU a las materias primas. Por ello, él señala que, a pesar de sus afirmaciones sobre el respeto a los derechos humanos, el objetivo real de EEUU es el anterior.

Él señaló que en Ucrania, EEUU ha buscado este mismo objetivo. Él citó en especial el hecho de que la compañía estadounidense Chevron haya logrado la autorización del gobierno de Kiev para explotar los yacimientos de gas de esquisto en el territorio ucraniano.

Por otro lado, el hijo del vicepresidente estadounidense Joe Biden, Hunter, es miembro del Consejo de Administración de la compañía de gas ucraniana Burisma Holdings.