Las relaciones entre Argelia y Marruecos están hoy en punto de tensión tras un incidente fronterizo del que ambas partes se acusan y la retirada del embajador argelino de Rabat.
Las relaciones entre Argelia y Marruecos están hoy en punto de tensión tras un incidente fronterizo del que ambas partes se acusan y la retirada del embajador argelino de Rabat.
Marruecos acusa a un militar argelino de disparar a través de la frontera común contra un grupo de sus súbditos y de herir a uno de ellos de gravedad, según reportes desde la capital marroquí.
De su lado, el gobierno argelino afirma que el país vecino “distorsiona los hechos” y expresó su “irritación” por la retirada de su embajador, quien fue convocado el sábado a la cancillería para transmitirle “una vigorosa protesta” por el incidente.
Las autoridades marroquíes aseguran que el incidente del sábado ha sido el más grave de una serie de hechos similares en la frontera común y demandó el enjuiciamiento del soldado, pero Argelia califica las alegaciones de falsedades.
Acorde con la versión difundida por la cancillería argelina, sus guardias fronterizos dispararon al aire en varias ocasiones después que contrabandistas marroquíes los apedrearan.
El Ministerio de Exteriores argelino convocó al encargado de negocios marroquí para expresarle una queja por “las persistentes acusaciones” de su Gobierno y declaró que “los hechos han sido manipulados” y las declaraciones de Marruecos “reflejan una actitud e incompatible con la buena vecindad”.
Los dos países tienen una relación tensa desde la proclamación de la independencia argelina de Francia y combatieron en 1963 durante la denominada Guerra de las Arenas, provocada por la intención del entonces rey Mohamed V de anexarse territorio argelino.
El apoyo de Argelia a la independencia del Sahara Occidental es otro de los diferendos que opone a ambos países.
PL