Un tribunal saudí ha condenado a dos opositores a la pena de muerte y a un tercero a 12 años de prisión por haber participado en manifestaciones antigubernamentales en el Este del reino saudí.
Un tribunal saudí ha condenado a dos opositores a la pena de muerte y a un tercero a 12 años de prisión por haber participado en manifestaciones antigubernamentales en el Este del reino saudí, señaló la agencia oficial SPA. Uno de los condenados a muerte tenía 18 años cuando participó en las manifestaciones.
Los tres hombres, que comparecieron el martes ante el tribunal de Riad especializado en temas de terrorismo, fueron acusados de “participación en disturbios”, “intento de asesinato de policías” y “ataques con cócteles molotov”, según el comisariado de policía de la localidad de Awamiyyah.
Los tres detenidos pueden apelar sus sentencias en los próximos 30 días. Dichos fallos fueron pronunciados menos de una semana después de la condena a muerte del líder religioso islámico, Sheij Nimr Baqir al Nimr, considerado como uno de los principales iniciadores de las manifestaciones que reclaman reformas constitucionales en el reino.
Según Reuters, en los últimos meses se ha incrementado el número de ejecuciones públicas en Arabia Saudí, lo que coincide en el tiempo con la campaña aérea de varios países contra el EI, un grupo que se ha ganado una amplia repulsa mundial por sus crueles métodos de ejecución. Esto ha llevado, sin embargo, a una inevitable comparación entre las decapitaciones del EI y las practicadas en Arabia Saudí.
De acuerdo a Human Rights Watch, Arabia Saudí decapitó a 26 personas en agosto, más que en los siete primeros meses del año en su conjunto. En lo que va del año han sido ejecutadas 59 personas. Algunas de estas ejecuciones no se refieren a delitos de sangre sino a otros como “brujería o apostasía”.
Advertencia a los opositores
Expertos en Arabia Saudí y grupos pro-derechos humanos señalan que la última ola de ejecuciones puede conllevar un mensaje político de advertencia a los activistas opositores en un momento en el que crece el descontento dentro del país.
“Es posible que las ejecuciones sean utilizadas como método de intimidación y muestra de poder. Vivimos un tiempo muy volátil y ellas sirven a un propósito cuando son realizadas masivamente”, dijo Madawi al Rashid, profesor del Centro sobre Oriente Medio de la London School of Economics.
“Existe una incertidumbre en Arabia Saudí, desde el norte al sur, y ellos están llevando a cabo acciones, junto con EEUU, contra el EI. Todo eso crea un tipo de agitación interna que la pena de muerte intenta frenar”.
Por su parte, Mai Yamani, un analista político saudí que reside en Londres señaló que “si uno ve los motivos por los que Nimr fue condenado, “instigar la sedición”, se dará cuenta de que esta sentencia y otras buscan frenar cualquier forma de activismo político”.
Las manifestaciones de protesta en la provincia del Este comenzaron en 2011 y fueron reprimidas con dureza por parte de las fuerzas de seguridad. Una veintena de opositores resultaron muertos y otros 950 fueron arrestados durante el transcurso de las protestas. De ellos, 217 continúan en prisión.