El Parlamento de Canada fue objeto el miércoles del ataque de un tirador, que causó la muerte a un soldado canadiense, que se hallaba de guardia en el Memorial Nacional de la Guerra.
El Parlamento de Canada, situado en la capital del país, Ottawa, fue objeto el miércoles del ataque de un tirador, que causó la muerte a un soldado canadiense, que se hallaba de guardia en el Memorial Nacional de la Guerra, y heridas a otros dos antes de ser abatido por un sargento. Responsables del Ejército canadiense han ordenado a los militares en el área de Ottawa que no salgan llevando sus uniformes a no ser que estén de servicio.
La cuestión que se plantea ahora es si el atacante fue uno solo, dada la existencia de informaciones previas de la policía que apuntaban a la existencia de uno o dos más. Sin embargo, los últimos informes policiales sólo hacen referencia al tirador abatido.
AP identificó al hombre como Michael Zehaf-Bibeau. Una cuenta de Twitter asociada al grupo EI publicó una foto del mismo afirmando que se trataba de un seguidor de la organización. El periódico The Globe and Mail informó que el atacante había sido designado como “un viajero de alto riesgo” por las autoridades canadienses y que su pasaporte había sido confiscado.
Este individuo tenía antecedentes penales con cinco arrestos, tres de ellos por posesión de drogas y dos por violar su libertad condicional.
El atentado de Ottawa se produjo dos días después de que otro canadiense de 25 años, Martin Couture-Rouleau, atropellara a un soldado e hiriera a otro con su coche en Quebec antes de ser muerto por disparos de la policía. Couture-Rouleau era supuestamente un simpatizante del EI e intentó viajar a Siria para unirse al grupo, aunque su pasaporte le fue revocado antes de que pudiera hacerlo.
Él era uno de las 90 personas que están siendo vigiladas estrechamente en Canadá por sus intentos de viajar a Siria y unirse al EI allí.
Tras el ataque al Parlamento canadiense, el Mando Norteamericano de Defensa Aérea o NORAD, un organismo conjunto de vigilancia aérea de EEUU y Canadá, decretó el estado de alerta y varios aviones de combate canadienses y norteamericanos han sido vistos sobrevolando los territorios de sus países.
Según algunos analistas canadienses, la política exterior de Canadá, y en particular sus operaciones en Oriente Medio al lado de EEUU, han convertido al país en un objetivo preferente de los grupos armados.
Estos incidentes violentos se producen en un momento en el que el Parlamento de Canadá se dispone a aprobar leyes más draconianas dirigidas a incrementar de forma dramática los poderes de las agencias de seguridad, y en especial del servicio de inteligencia (CSIS).