Los rebeldes sirios pro-qataríes y pro-saudíes llevan a cabo una guerra de exterminio recíproca en el sur de Siria y más precisamente en la provincia de Deraa.
Los rebeldes sirios pro-qataríes y pro-saudíes llevan a cabo una guerra de exterminio recíproca en el sur de Siria y más precisamente en la provincia de Deraa.
Según el periódico sirio Al Watan, el conflicto se inició el domingo último tras el asesinato de un activista mediático próximo a Qatar, Kaisar Habib, mientras estaba hospitalizado. Los autores de la muerte pertenecían al Batallón Al Omari, que forma parte de la milicia pro-saudí Frente de los Revolucionarios de Siria.
Esta última había acusado a Habib de haber conspirado con el “tribunal Gazar” en Deraa para matar a su antiguo jefe, Kais al Kataana, un capitán desertor del Ejército sirio.
El conflicto ha llegado ya a las redes sociales.
Todo comenzó el mes de agosto pasado, según las cuentas del Facebook, cuando Kataana interceptó a Habib mientras éste circulaba en coche por una localidad de Deraa. Un altercado siguió y el pro-saudí reprochó al pro-qatarí sus métodos de actuación.
Los hombres de Kataana intentaron secuestrar a Habib e introducirle en el maletero de su vehículo, pero él se defendió violentamente. Al ser herido por disparos, él contestó del mismo modo, hiriendo a Kataana y a varios de sus guardaespaldas mortalmente. Él fue remitido al tribunal de Gazar, controlado por la milicia del Ejército Sirio Libre, y fue mantenido en prisión a la espera de su veredicto.
Según las discusiones de las redes sociales, los milicianos que custodiaban a Habib son sospechosos de haberle sacado de la cárcel y llevado al hospital para facilitar su liquidación. Treinta balas acabaron con su vida. Las repercusiones de este acto, que tiene también un aspecto tribal, son fáciles de prever y abrirán otro conflicto interno entre los militantes del sur de Siria.