El presidente del Parlamento libanés ha mostrado su inquietud por el retraso en la entrega de una donación saudí de 3.000 millones de dólares para la compra de armas francesas destinadas al Ejército.
El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, ha mostrado su inquietud por el retraso en la entrega de una donación saudí de 3.000 millones de dólares para la compra de armas francesas destinadas al Ejército libanés.
Berri señaló, en declaraciones a Al Manar, que en este momento el Ejército libanés tiene necesidad de esta donación, de ahí el impacto negativo de todo retraso.
Por otro lado, él calificó de “locos” a aquellos que rechazan una donación de cualquier país destinada al Ejército libanés, en referencia a una oferta iraní.
Las fuerzas del 14 de Marzo han expresado, en efecto, su oposición a la propuesta de ayuda militar de la República Islámica de Irán tomando como pretexto las sanciones occidentales contra ese país.
Responsables estadounidenses han puesto en guardia, por su parte, al Líbano contra la aceptación de la donación iraní dirigida al Ejército libanés advirtiendo de que, en tal caso, la ayuda militar norteamericana al Líbano sería interrumpida.
Irán ha ofrecido al Ejército libanés misiles antitanque TOW, dispositivos de visión nocturna, obuses de mortero de 60 mmm, municiones para los tanques T-55 y T-62 y obuses de 155 mm así como ametralladoras Dushka. Se trata de armas y municiones que el Ejército libanés necesita para luchar contra los terroristas takfiris.
En 2009, Irán hizo una oferta de donación similar al Ejército libanés para ayudar al Líbano contra un ataque israelí. En aquella época, Washington envió a su embajador, David Hill, para prohibir al Líbano aceptar la oferta iraní. Mientras tanto, EEUU envió al país vehículos Hummer no blindados que no sirven para la lucha contra el terrorismo.
En esta ocasión, los norteamericanos no han debido ejercer muchas presiones para convencer a los miembros de la coalición del 14 de Marzo de que rechacen la donación iraní. Aquel que oiga al ministro del Interior, Nouhad Machnouk y a otros altos responsables políticos oponerse a la misma podría creer que el Ejército libanés rebosa de armas norteamericanas, francesas y saudíes, lo cual no es el caso.
Se trata, pues, de una postura puramente política que no tiene en cuenta las necesidades reales del Ejército libanés y más teniendo en cuenta que la donación de Irán, a diferencia de las de EEUU, sí resulta apropiada para el combate en curso del Ejército libanés en la región de Arsal.
Una fuente del 8 de Marzo considera que la posición de la coalición del 14 de Marzo supone una identificación con la postura estadounidense y no tiene en cuenta los intereses nacionales y las necesidades del Ejército libanés.
“El pretexto de las sanciones contra Irán es totalmente inválido, ya que Irán no ha pedido dinero a cambio de las armas”, dijo la misma fuente, que añadió que el primer ministro, Tammam Salam, ha demostrado que no puede contradecir a la Corriente del Futuro.
Por otro lado, el embajador iraní en el Líbano, Mohammad Fathali, dijo durante un encuentro con el ministro libanés de Exteriores: “Nosotros, en la República Islámica, poseemos una gran experiencia en el campo de la lucha antiterrorista y estamos dispuestos a ofrecer esta experiencia y capacidades sofisticadas al Líbano”.