El viernes, el Ejército egipcio sufrió su ataque más mortífero en décadas cuando terroristas de la región lanzaron una ofensiva múltiple coordinada.

El gobierno egipcio lanzó una operación militar en la Península del Sinaí casi inmediatamente después del derrocamiento del presidente Mohammed Mursi en 2013. No obstante, aquella iniciativa no tuvo éxito y hoy vemos que los ataques terroristas en la zona se han incrementado.

De este modo, el viernes, el Ejército egipcio sufrió su ataque más mortífero en décadas cuando terroristas de la región lanzaron una ofensiva múltiple coordinada.

Una gran periodista tuvo lugar en los alrededores de la ciudad de El Arish, en el norte del Sinaí. Él comenzó con la explosión de un coche bomba en un campamento militar, que causó la muerte a 18 soldados. La explosión fue seguida por ataques con lanzagranadas y armas automáticas así como con obuses de mortero, que causaron la muerte a otros 10 militares. Un obús alcanzó un depósito de municiones, lo que provocó una explosión secundaria.

Tres horas más tarde, los terroristas atacaron a un puesto de control militar en las cercanías de la ciudad de Al Arish matando a tres soldados.

Hasta el momento, se ha confirmado la muerte de 31 egipcios, pero esta tasa se incrementará porque 28 soldados resultaron también heridos, algunos de ellos de gravedad. Los heridos fueron trasladados en helicópteros a hospitales de El Cairo.

El presidente egipcio, Abdul Fattah al Sisi, celebró una reunión de emergencia del Consejo de Defensa Nacional y ha prometido una venganza contra los militantes del Sinaí. Entre las medidas, se podría llevar a cabo una despoblación forzada de los pueblos de la zona, a los que se considera bastiones de los militantes, dijeron oficiales bajo la cobertura del anonimato.

La televisión egipcia emitió imágenes con los presentadores vestidos de negro y desplegó un lazo negro en lo alto de la pantalla mientras se tocaban canciones patrióticas.

Todavía no está claro qué grupo llevó a cabo el ataque. Sin embargo, medios oficiales apuntan a Ansar Beit al Maqdis, un grupo extremista salafista que opera en el Sinaí. Las autoridades vinculan dicho grupo a los Hermanos Musulmanes, cosa que éstos han negado.

Ansar Beit al Maqdis llevó  cabo un ataque con coche bomba contra un cuartel militar en la ciudad de Mansura, en el Delta del Nilo, que causó la muerte a 16 personas, casi todos policías, en diciembre de 2013. En septiembre de ese año, intentó también asesinar al ministro del Interior.

Las autoridades afirman que el grupo fue responsable asimismo de la muerte de 25 policías, que fueron atados y vendados en los ojos antes de ser ejecutados en una carretera del Sinaí en agosto de 2013. En julio, 22 soldados egipcios murieron en otro ataque en la frontera con Libia. Nadie reivindicó esta acción.

El pasado mes de enero, el grupo publicó un vídeo del derribo de un helicóptero militar en el Sinaí con un misil antiaéreo portátil. Los cinco miembros de la tripulación murieron en dicha acción.

En los últimos meses el grupo ha mostrado una afinidad con el Estado Islámico. El líder de Ansar, Abu Osama el Masri, alabó al EI en varias grabaciones colocadas en foros yihadistas. Los expertos señalan que el ataque del viernes, que implicó a varios vehículos y armas pesadas, sugiere que el grupo ha ganado en sofisticación.