Nuevos choques se han producido entre el Ejército libanés y militantes en la ciudad norteña de Tripoli.
Nuevos choques se han producido entre el Ejército libanés y militantes en la ciudad norteña de Tripoli.
Los combates estallaron el sábado, dos días después de que tropas gubernamentales entraran en un apartamento en la zona de Dinniyeh para capturar a un soldado desertor que se había unido al EI.
Las tropas peinaron el histórico mercado de Trípoli para arrestar a los militantes que se encontraban allí y entre los que había algunos sirios.
Los informes hablan de varios heridos, incluyendo soldados, en los combates del sábado. El Ejército también confirscó armas, municiones y cinturones explosivos durante el asalto.
El jueves, el Ejército detuvo a Ahmad Miqati, uno de los más altos jefes militares del grupo terrorista EI en el Líbano y a su sobrino Bilal que se hallaba en busca y captura por ser autor de la decapitación de un soldado libanés capturado. Durante su arresto se produjo un enfrentamiento entre soldados libaneses y militantes en el que fallecieron tres personas.
Miqati prestó recientmente juramento de obediencia al líder del EI, Ibrahim al Samarrai, también conocido como Abu Bakr al Bagdadi.
Él ha estado reclutando terroristas en el Líbano para luchar en ese mismo país y en Siria en las filas del EI.
La pasada semana falleció un joven soldado libanés, Yamal Jean al Hachem, de 19 años, en una emboscada en la localidad de Al Biré, cuando el autobús militar en el que viajaba fue atacado por disparos de terroristas.
Las tensiones se han incrementado en el Líbano desde agosto, cuando el Frente al Nusra atacó la ciudad fronteriza de Arsal.
Los terroristas takfiris han secuestrado a más de tres decenas de soldados libaneses y han ejecutado a tres hasta el momento. Ellos exigen la puesta en libertad de varios terroristas que se hallan en las cárceles libanesas a cambio de los soldados capturados.