Once soldados libaneses y cinco civiles han muerto en combates entre las fuerzas armadas libanesas y terroristas takfiris en el norte del Líbano.
Once soldados libaneses y cinco civiles han muerto en combates entre las fuerzas armadas libanesas y terroristas takfiris en el norte del Líbano por cuarto día consecutivo mientras el Ejército ha prometido eliminar a “todas las células terroristas” que amenazan el país y su seguridad.
Fuertes choques entre el Ejército y militantes tuvieron lugar el lunes cerca de la Mezquita de Abdulá bin Masud en el barrio de Bab al Tabbaneh.
Mientras las unidades militares peinaban las calles en Bab al Tabbaneh, un feudo de los grupos takfiris, un francotirador abrió fuego contra los militares, lo que llevó a aquellos a devolver el fuego.
El lunes, el Ejército llevó a cabo registros y asaltos en la ciudad y sus alrededores para perseguir allí a los militantes. Expertos militares hicieron también detonar bombas que no habían explotado en el barrio de Bab al Tabbaneh. El Ejército también logró liberar allí al soldado Tannous Nehmeh secuestrado el pasado sábado.
Una fuente del Ejército libanés confirmó el lunes que la operación militar continuaría y añadió que “No hay ninguna tregua ni acuerdo en Trípoli. Insistimos en poner fin a la situación anormal en la ciudad”.
El domingo por la noche varios individuos atacaron a una patrulla militar en Trípoli matando a cuatro soldados.
“Esta tarde, una unidad del Ejército fue atacada por un grupo terrorista mientras estaba desplegada en Duhur al Mohammara. Estalló entonces un enfrentamiento y varias bajas se produjeron en las filas de los terroristas y cuatro militares, incluyendo dos oficiales, fueron martirizados”, dijo la declaración.
Por su parte, el grupo terrorista Frente al Nusra, vinculado a Al Qaida, ha amenazado con ejecutar a otro soldado libanés secuestrado a menos que el Ejército detenga la operación en Trípoli.
El Frente al Nusra y el EI capturaron en agosto a 30 soldados libaneses y policías cerca de la ciudad de Arsal.