La victoria del partido laico Nidaa Tounes en las elecciones legislativas del domingo 26 de octubre podría producir un cambio en su política exterior, en especial en lo que respecta a Siria.
La victoria del partido laico Nidaa Tounes en las elecciones legislativas del domingo 26 de octubre podría producir un cambio en su política exterior, en especial en lo que respecta a Siria.
Nidaa Tounes obtuvo 85 de los 217 escaños de la Asamblea de Representantes mientras que el partido islamista An Nahda, que ganó los anteriores comicios, consiguió esta vez 69. La Unión Patriótica Libre del multimillonario empresario y presidente del Club Africain, uno de los principales del país, Slim Riahi, quedó en tercera posición con 16. El cuarto lugar fue ocupado por el Frente Popular, una coalición de grupos de izquierda y extrema izquierda, con 15.
Nidaa Tounes es una formación heterogéna que reagrupa a personalidades de izquierda, de centro-derecha y algunas antiguas figuras del derrocado régimen de Ben Ali.
Uno de los líderes más prominentes de esa formación, Mohsen Marzuk, ha afirmado que Túnez está decidido a incrementar sus capacidades de seguridad para luchar contra el terrorismo a nivel local e internacional. Con respecto al tema de Siria, él dijo que su partido “cree necesario incrementar la cooperación de seguridad” y lamentó la decisión del anterior gobierno de “cortar las relaciones”.
“No fue una decisión sabia. Es cierto que tenemos un oficina de servicios administrativos en Siria. Sin embargo, nuestra presencia debería ser mucho mayor”. Él dijo que su partido buscará medios para lograr esto último sin demora una vez que tome las riendas del poder en el país.
“Debemos, en primer lugar, estudiar el tema de los combatientes tunecinos que fueron a Siria. Muchos de ellos están en la actualidad en prisiones en el país.” Él recordó además que existe una amplia comunidad de tunecinos que residen en Siria. “Hay matrimonios mixtos, por ejemplo, y tenemos que llevar a cabo acciones para abrirnos a esta comunidad”, indicó.