Hezbolá y el consorcio ruso de la industria militar electrónica suscribieron hace meses un acuerdo secreto para la entrega al partido de la resistencia de 500 cascos de vigilancia numéricos.

Según el periódico ruso Pravda, Hezbolá y el consorcio ruso de la industria militar electrónica suscribieron hace meses un acuerdo secreto para la entrega al partido de la resistencia de 500 cascos de vigilancia numéricos que permiten detectar artefactos explosivos ocultos a través de un sistema de visión ligado a los lentes, que han sido especialmente concebidos para tal misión.

Según los canales de información libaneses, incluyendo Lebanon 24, la primera aparición de este equipo tuvo lugar el martes durante la conmemoración de la fiesta de Ashura de este año en el Suburbio del Sur de Beirut.

En una reciente entrevista con el periódico libanés Al Akhbar el embajador ruso en el Líbano, Alexander Zasipkin, afirmó que Rusia considera una prioridad la lucha contra el terrorismo en Oriente Medio y afirmó que “si los países occidentales quieren luchar contra el terrorismo, ellos deben mantenerse alejados de los dobles raseros y trabajar para unir las filas y no crear divisiones”.

Él desveló además que ha habido “amenazas regulares” a la Embajada rusa en Beirut por parte de grupos extremistas en los pasados meses. Las amenazas no indicaban un ataque inminente y fueros detectadas por los informes de seguridad recogidos por el personal de la embajada sobre el terreno. La misión diplomática ha adoptado estrictas medidas de seguridad.

Hezbolá ha utilizado en el pasado armas de fabricación rusa de forma habitual, incluyendo misiles antitanque Konkurs y Kornet y lanzagranadas RPG-29.