El presidente de EEUU, Barack Obama, ha ordenado revisar la estrategia de lucha contra la organización terrorista Estado Islámico (EI) en Siria.
El presidente de EEUU, Barack Obama, ha ordenado revisar la estrategia de lucha contra la organización terrorista Estado Islámico (EI) en Siria, anunció el jueves el canal de televisión CNN refiriéndose a fuentes en el seno del Departamento de Estado norteamericano.
La Casa Blanca ha organizado en las últimas semanas cuatro encuentros con expertos de seguridad nacional para conocer si la estrategia de EEUU contra el EI funciona.
“El presidente nos ha preguntado una vez más cómo estas dos estrategias, en Iraq y Siria, pueden ser englobadas en una sola. El problema sirio que perdura es en la actualidad se ha complicado por la necesidad de poner fin a la actividad del EI no sólo en Iraq, sino también en Siria”, indicó un responsable citado por la CNN.
Según la cadena, algunos responsables estadounidenses creen que la estrategia actual de lucha contra el EI, que busca eliminar primero al grupo en Iraq y luego neutralizarlo en Siria sin que el presidente Bashar al Assad abandone el cargo, es “errónea”.
Sin embargo, esta nueva estrategia de oponerse a Damasco y a los grupos yihadistas llevará a una escalada de la guerra, particularmente en Siria. La nueva estrategia parece ir dirigida al derrocamiento de Assad por la fuerza y la creación de un nuevo régimen títere a partir de inexistentes facciones “moderadas” que se supone que el Pentágono estará creando.
Cabe señalar que que la nueva estratégia será un fracaso aún mayor que la anterior porque va dirigida no sólo ya contra el EI y el Frente al Nusra, los grupos armados más poderosos de Siria, sino también contra el gobierno de Damasco, lo cual llevará que EEUU luche materialmente contra todas las fuerzas de combate reales de Siria al mismo tiempo, incluso aquellas que comparten su anunciado objetivo de luchar contra el terrorismo.
Algunos expertos han advertido además que si el Estado sirio cayera, los grupos terroristas, en particular el EI y el Frente al Nusra, podrían tomar el poder en Siria y extender el caos por Oriente Medio y el mundo.
El senador republicado Saxby Chambliss saludó, por su parte, este anuncio que conduce a una mayor escalada y pidió más militares norteamericanos sobre el terreno. El no mostró su opinión, sin embargo, acerca de si esta nueva estrategia puede funcionar y dijo que esperaba que algunos grupos “moderados” a sueldo de EEUU se benecificaran de ella.
La política a este respecto no ha cambiado mucho, sino simplemente sufrido una escalada. En septiembre, Obama pidió 500 millones de dólares para entrenar a grupos “moderados” en Siria, pero hasta el momento ha sido incapaz de encontrar socios adecuados y de confianza.
De este modo, la estrategia estadounidense continúa ahondando en el sinsentido y esperando unos éxitos que es imposible que lleguen.
Esta estrategia estadounidense podría entorpecer también las gestiones rusas para promover una solución política entre el gobierno sirio y grupos opositores distintos a la Coalición Nacional Siria.
Por otro lado, Rusia e Irán han advertido que consideran a Siria una línea roja y no están dispuestos a permanecer impasibles en el caso de una agresión contra Siria. Además, una política estadounidense contra Damasco podría tener graves repercusiones en Iraq, donde muchas milicias shiíes han combatido al lado del Ejército sirio contra los grupos terroristas takfiris.