Manifestaciones y enfrentamientos continúan en Duma, el lugar de nacimiento y el bastión de Zahran Allush, líder del así llamado “Ejército del Islam” y del “Frente Islámico”.
Manifestaciones y enfrentamientos continúan en Duma, el lugar de nacimiento y el bastión de Zahran Allush, líder del así llamado “Ejército del Islam” y del “Frente Islámico”, creado y financiado por Arabia Saudí. El pueblo de la ciudad acusa a Allush de corrupción, de apropiarse de la ayuda humanitaria, de distribuirla gratuitamente entre los miembros de su organización y de cobrar altos precios al resto de los residentes.
Mientras tanto, el Ejército sirio continúa su progresión hacia la ciudad, que es el principal bastión de los grupos armados en la Guta Oriental, y que ya se encuentra prácticamente rodeada por él. Esto ha llevado a Allush a intentar ahora una negociación con el Estado sirio con el fin de buscar una salida a la situación desesperada en la que se encuentra. El Ejército progresa dentro de la Guta Oriental desde el norte y ha abierto de nuevo la carretera que une Damasco con Bagdad.
En este contexto, el pasado viernes los habitantes de Duma llevaron a cabo su propia rebelión contra Allush y su grupo al asaltar un almacén custodiado por miembros del mismo y protagonizar enfrentamientos armados con ellos. Los residentes acusaron al grupo de monopolizar la redistribución de los alimentos y medicinas procedentes de la ayuda humanitaria y de obtener pingües beneficios de la misma.
Algunos miembros de la oposición acusan al “Ejército del Islam” de explotar a los pobres de la ciudad, de estar dedicado únicamente en proseguir con estas actividades de corrupción y de no tener ya ni siquiera la intención de combatir a las tropas del Ejército sirio sino más bien la de lograr un estatus quo. Ellos señalan que el Frente Islámico ha perdido todas las batallas en las que se ha enfrentado al Ejército tanto en la propia región de Guta como en la de Qalamún.
Dentro de Duma existe un creciente enfrentamiento entre el Ejército del Islam y otros grupos armados, que acusan a Allush de matar o arrestar a sus líderes que se atrevieron a desafiar su poder.
Allush ha tratado de utilizar las “fatuas” del Consejo Judicial Unificado, para acallar las protestas en la ciudad. Sin embargo, éste último está tratando de reducir el control de los militantes armados en la ciudad y, por tanto, el de Allush.
Este órgano está dividido entre los Hermanos Musulmanes y los Yihadistas Salafistas, que mantienen a menudo posturas enfrentadas. La pasada semana se produjo un hecho sorprendente, que fue el intento de envenenamiento en masa de los miembros del Consejo, 15 de los cuales sufrieron sus efectos. Fue hallado veneno en los alimentos de una de las mesas. Fuentes de los grupos armados negaron, sin embargo, que se hubieran producido muertes. Tampoco está claro quien fue el autor de estos hechos.
En este contexto, los llamamientos al diálogo de Allush con el Estado sirio carecen de crebilidad ni dentro ni fuera de Duma. Fuentes militares han señalado que las ofertas de Allush no tienen nada que ver con un deseo genuino de reconciliación, sino que son un mero intento de reducir la velocidad con la que el Ejército se aproxima hacia Duma y auguran una pronta rendición o caída de la ciudad.