Un grupo terrorista anti-iraní de Pakistán, que ha llevado a cabo atentados en el sureste de Irán, mostró el lunes en una declaración su apoyo al grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Un grupo terrorista anti-iraní de Pakistán, que ha llevado a cabo atentados en el sureste de Irán, mostró el lunes en una declaración su apoyo al grupo terrorista Estado Islámico (EI). Jundullah hizo este anuncio después de un encuentro con una delegación del EI encabezada por Zubair al Kuwaiti, dijo el portavoz del grupo, Fahad Marwat, a Reuters. “Ellos (el Estado Islámico) son nuestros hermanos. Cualquier plan que tengan lo apoyaremos”, dijo Marwat.
Jundullah ha llevado a cabo varios atentados terroristas en Irán, que costaron la vida a numerosos civiles, incluyendo mujeres y niños, y a funcionarios del gobierno. Él sufrió, sin embargo, un duro golpe cuando su líder, Abdolmalik Rigi, fue capturado por los servicios de seguridad iraníes en 2010 y ejecutado. El grupo hoy está muy debilitado.
En 2009, un atacante suicida de Jundullah se hizo explotar dentro de una mezquita en Zahedan, la capital de la provincia fronteriza iraní de Sistan-Baluchistan, durante un festival religioso shií. El atentado mató a 25 iraníes e hirió a otro gran número.
Irán ha pedido a Pakistán que ataque las bases del movimiento en las regiones fronterizas pakistaníes, pero la actitud de Pakistán no ha sido muy constructiva hasta el momento.
Encuentro en Arabia Saudí
Jundullah es uno de los varios grupos terroristas pakistaníes que mantienen relaciones con el EI, como el Lashkar-e Jhangvi (LeJ). “El liderazgo del LeJ visitó Arabia Saudí y se reunió con los líderes del EI en una localización desconocida”, dijo un militante a Reuters. En otro vídeo publicado el pasado mes, cinco comandantes talibanes pakistaníes mostraron su apoyo al EI.
Estos grupos pakistaníes se caracterizan, sobre todo, por su odio sectario. Ellos asesinaron a un récord de miembros de la minoría shií el pasado año, en que también causaron la muerte a unos 80 cristianos en Pakistán.
La pasada semana, un memorando del gobierno pakistaní advirtió que el EI podría reclutar a unos 10.000 o 12.000 miembros en Pakistán y podría iniciar una campaña terrorista en este país. El informe recoge informaciones del departamento de interior de la provincia de Balochistán y señala que se ha producido recientemente un incremento de las actividades del EI en Quetta y otras partes de la provincia.
Sin embargo, un ministro pakistaní insistió en que el EI no tiene una presencia en el país. Los militantes y responsables de seguridad también rechazaron el memorando y lo calificaron de “no creíble”.
No obstante, las autoridades pakistaníes no han podido negar que cientos de terroristas de Pakistán han ido a luchar a Siria y cinco de ellos tomaron parte en un atentado suicida contra dos bases aéreas pakistaníes a su regreso, según señaló una fuente de seguridad de ese país.
Vínculos con el Mossad
En un reciente artículo de la revista estadounidense Foreign Policy se pusieron de manifiesto los vínculos del grupo con Israel.
Jundallah fue originalmente un aliado de Al Qaida, pero luego el grupo comenzó a recibir fondos de unos individuos con pasaportes estadounidenses que afirmaban ser agentes de la CIA. Sin embargo, señala la revista, se trataba en realidad de espías israelíes que trataban de implicar a EEUU en atentados en Irán.
Esta operación de falsa bandera fue denunciada por al menos cuatro oficiales de inteligencia estadounidenses que han servicio en la CIA o han vigilado las operaciones de inteligencia israelíes desde altas posiciones dentro del gobierno de EEUU.
Esta operación israelí provocó la irritación de la Administración Bush, según Foreign Policy, y dañó sus relaciones con Pakistán. Sin embargo, EEUU no adoptó represalias contra Israel.