Las fuerzas israelíes han incrementado la represión contra el pueblo palestino después de la operación contra una sinagoga en Jerusalén.

Las fuerzas israelíes han incrementado la represión contra el pueblo palestino después de la operación contra una sinagoga en Jerusalén. Estas medidas israelíes suponen castigos colectivos contra la población palestina.

La policía israelí ha establecido puntos de control alrededor de las vecindades árabes de la Jerusalén Este ocupada. En Yabel Mukaber y Sur Baher, los policías israelíes han creado tales puestos y han comenzado a detener a los residentes árabes. La Marina israelí ha enviado a comandos “voluntarios” a la ciudad para “coordinarse con la policía”.

Por su parte, el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, prometió continuar la política de destuir las viviendas familiares donde residían los palestinos que lleven a cabo operaciones armadas contra los ocupantes israelíes y los “incitadores” como “medida de disuasión”, aunque los expertos han señalado que tales brutales acciones no han funcionado en el pasado.

Ayer, fuerzas israelíes destruyeron la vivienda del mártir palestino Abdulrahman al Shaloudi, que arrolló a dos colonos israelíes el pasado mes.

Expansión de los asentamientos

El gobierno israelí anunció también un plan para expandir dos ilegales asentamientos en Jerusalén Este con otras 78 viviendas. El Comité de Planificación Municipal de Jerusalén, un órgano de la ocupación israelí, autorizó 50 nuevas viviendas en el asentamiento de Har Homa y 28 en el de Ramot.

Esto supone otra nueva grave provocación para la población palestina en un momento en el que Israel ha aprobado planes para la construcción de 4.000 viviendas para colonos en Cisjordania.

Nabil Abu Rudainah, portavoz del presidente palestino, Mahmud Abbas, dijo en una declaración que “estas decisiones son una continuación de la política del gobierno israelí para causar más tensiones, provocar una nueva escalada y destruir cualquier oportunidad para crear una atmósfera de calma”.

Carreteras “sólo para judíos”

Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Moshe Yaalon, anunció que iba a anular unas recientes reformas dirigidas a suavizar las prohibiciones que pesan sobre los palestinos que viven bajo el gobierno militar de ocupación. Estas reformas permitían a los palestinos un acceso limitado a las carreteras “sólo para judíos”.

Yaalon está bajo presión del Parlamento israelí y de los colonos de los asentamientos para que prohíba a los conductores palestinos circular por incluso otras carreteras, en particular en Jerusalén Este.