La organización Human Rights Watch condenó el sábado las demoliciones de viviendas de palestinos acusados de atacar a israelíes, señalando que esta práctica constituye un crimen de guerra.
La organización Human Rights Watch condenó el sábado las demoliciones de viviendas de palestinos acusados de atacar a israelíes, señalando que esta práctica constituye un crimen de guerra.
“Israel debe imponer una moratoria inmediata en su política de demolición de viviendas familiares de palestinos sospechosos de llevar ataques contra israelíes”, dijo el grupo, con sede en Nueva York, en un momento en el que Israel planea demoler varias viviendas palestinas en Jerusalén Este.
“La política que, según los israelíes, es un factor de disuasión, castiga de forma deliberada e ilegal a personas no acusadas de ningún delito. Cuando se lleva a cabo en un territorio ocupado, incluyendo Jerusalén Este, equivale a un castigo colectivo, lo cual es un crimen de guerra”.
Los familiares de Muataz Hiyazi y los primos Uday y Hassan Abu Yamal, muertos por la policía después de dos ataques anti-israelíes separados en Jerusalén (Al Quds), han recibido notificaciones de demolición para sus viviendas.
Las demoliciones de viviendas han sido llevadas a cabo desde hace mucho tiempo en Cisjordania, pero ésta es la primera vez que son aplicadas en el territorio del Jerusalén Este ocupado.
Varios analistas han comparado estas prácticas con las llevadas a cabo por las tropas de ocupación nazis en varios territorios ocupados de Europa durante la Segunda Guerra Mundial.