La violenta forma en la que la policía dispersó a los manifestantes en Ferguson, sucesos que llegan meses después de que EEUU clamase contra abusos policiales durante las revoluciones naranjas.
La violenta forma en la que la policía dispersó a los manifestantes en la ciudad de Ferguson, sucesos que llegan meses después de que EEUU clamase contra abusos policiales durante las revoluciones naranjas, representan otro ejemplo del doble rasero de los líderes estadounidenses, considera el presidente del Comité para la Legislación Constitucional del Consejo de la Federación, Andréi Klishas.
"Cuando se trata de revoluciones naranjas organizadas por Occidente, las víctimas entre la población civil son sólo el efecto secundario hacia la vía democrática, y cuando la Guardia Nacional de EEUU reprime protestas de los civiles, se trata de medidas para retomar el orden en condiciones de emergencia", dijo el senador ruso a esta agencia.
Según Klishas, las autoridades estadounidenses no "escatiman medidas" para reprimir los disturbios en Ferguson y "renuncian a sus principios dictados a todo el mundo".
El senador está convencido de que la causa principal de las protestas en Ferguson es el alto nivel de desconfianza hacia el Gobierno estadounidense, lo que convirtió la pequeña ciudad en territorio incontrolable.
Las protestas estallaron en las calles de Ferguson, estado de Misuri, la noche del lunes, después de que un jurado hiciera pública su decisión de absolver al agente de policía Darren Wilson, que en agosto pasado disparó y dio muerte a Michael Brown, un joven afroamericano de 18 años.
Asimismo, Klishas recordó que al mismo tiempo en Siria mueren los civiles a raíz de varios ataques aéreos de EEUU y añadió que la violencia es la norma para lograr "buenos objetivos" en vista de la política de EEUU respecto al interior del país, así como a los civiles de otros estados soberanos.
RIA Novosti