El general estadounidense Philip Breedlove denunció el miércoles en Kiev el despligue de misiles rusos en Crimea, la península del Mar Negro que se reintegró en Rusia en marzo.

El general estadounidense Philip Breedlove, comandante supremo de la OTAN, denunció el miércoles en Kiev el despligue de misiles rusos en Crimea, la península del Mar Negro que se reintegró en Rusia en marzo, estimando que se trataba de una amenaza para los países que bordean el Mar Negro.

En la víspera de la primera sesión del Parlamento ucraniano tras las elecciones legislativas anticipadas del 26 de octubre, el general Breedlove permaneció evasivo al ser preguntado acerca de las perpectivas de Ucrania de unirse a la OTAN.

Las autoridades de Ucrania intentan, en efecto, relanzar su proyecto de adhesión a la OTAN, un hecho que dividiría aún más al país y llevaría a buen seguro a una reafirmación de la independencia de las repúblicas de Nueva Rusia, Donetsk y Lugansk, pobladas mayoritariamente por rusos.

“Estamos muy inquietos por la militarización de Crimea”, declaró el general durante una conferencia de prensa en Kiev en la que dijo temer el despliegue de armas nucleares en la península y se mostró dispuesto a “vigilar” los acontecimientos a este respecto.

“Los equipos que están siendo desplegados en Crimea... los misiles de crucero y los misiles antiaéreos son capaces de alcanzar la totalidad de la región del Mar Negro”, señaló.

En estas últimas semanas, Rusia ha reforzado su presencia militar en Crimea. Moscú acaba de reabrir una estación de alerta antimisiles y consagrará más de 1.750 millones de euros de aquí a 2020 en el desarrollo de su flota del Mar Negro.

Una fuente militar rusa dijo a la agencia Tass que Rusia situará 14 aviones de caza en Crimea donde Rusia dispone de una base militar aérea renovada. Cuando el despliegue finalice, la escuadrilla contará con 30 aparatos.