Según el periódico británico Financial Times, la situación de tensión en Jerusalén ha supuesto un duro golpe para la industria turística de Israel.
Según el periódico británico Financial Times, la situación de tensión en Jerusalén ha supuesto un duro golpe para la industria turística de Israel. Según el analista del periódico John Reed, en estos días la ciudad se encuentra prácticamente vacía de turistas.
Los operadores, vendedores y restaurantes habían celebrado el retorno de turistas en las últimas semanas después de que la guerra de Gaza del pasado verano llevara a una fuerte caída del turismo en la ciudad. Sin embargo, los últimos enfrentamientos y choques armados en la ciudad han provocado un nuevo hundimiento en el número de visitantes y han generado una ola de cancelaciones de grupos.
Según Ophir Tours, la mayor agencia privada de viajes israelí, “los agentes están retrasando los viajes al igual que hicieron antes debido a la Operación Roca Sólida”.
La compañía aérea israelí El Al ha informado de una caída del 7% de los ingresos en el tercer trimestre debido a la cancelación de vuelos y la caída de reservas durante la guerra, cuando los ataques con cohetes llevaron a la suspensión de muchos vuelos en el Aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv. Los directivos de la compañía temen que la situación en Jerusalén provoque ahora otra nueva ola de cancelaciones.
De este modo, la economía israelí, que había estado creciendo a un ritmo del 3% anual recientemente, se contrajo en un 0,4% en el tercer trimestre de este año debido al impacto de la guerra en Gaza y la caída del turismo. Otros sectores golpeados fueron el de la tecnología y el de los servicios en general.
Todo ello muestra que el conflicto con los palestinos está perjudicando notablemente a la economía de Israel y que las operaciones de resistencia tienen la capacidad de agravar estos daños. En 2002, la Segunda Intifada provocó la más reciente recesión de la economía israelí. El conflicto con el Líbano de 2006 supuso otro duro golpe para esta última, dado que obligó a millones de Israel a acudir a los refugios durante días e interrumpió las operaciones en el puerto de Haifa.
Lo peor del actual conflicto con los palestinos para Israel es que no tiene fin a la vista y los ataques y tensiones van a continuar, lo cual puede llevar a dudas sobre la perspectiva de una recuperación económica. Algunas agencias como Fitch han rebajado el nivel de confianza de la economía israelí citando los gastos de la guerra de Gaza, las tensiones en Jerusalén y el bloqueo del proceso de paz.
“La clave es que el conflicto de Gaza costó más de lo que se había anticipado”, dijo Paul Gamble, director de la agencia. Según esta última, la operación de Gaza costó a Israel el 0,6% del PIB, es decir, mucho más de lo que se había anticipado, y llevará a un crecimiento del déficit presupuestario israelí hasta el 3,4% el próximo año, según sus previsiones.
A esto hay que añadir, según el Financial Times, que existe una creciente desconfianza hacia el clima de inversiones en Israel debido a los altos impuestos y la volátil normativa medioambiental. Cabe señalar que las tareas de exploración de las reservas de gas en la costa se ha detenido debido a la desconfianza de las compañías energéticas internacionales acerca de los riesgos relativos a la seguridad y las normativas israelíes.