Suiza está bajo la presión diplomática de EEUU, Israel, Canadá y Australia para impedir una conferencia sobre la ocupación de los territorios palestinos por la entidad sionista.
Suiza está bajo la presión diplomática de EEUU, Israel, Canadá y Australia para impedir una conferencia sobre la ocupación de los territorios palestinos por la entidad sionista, señaló el diario israelí Haaretz.
Se espera que delegaciones de casi 200 países acudan a Ginebra para discutir la situación en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este. Sin embargo, según Haaretz, diplomáticos israelíes y estadounidenses están tratando de impedir la celebración de la reunión.
Fue a principios de abril que las autoridades israelíes anunciaron sus planes para construir 700 nuevas viviendas para colonos judíos en el Jerusalén Este ocupado, una acción que empujó al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, a solicitar la adhesión de Palestina a 15 convenciones internacionales.
Una de ellas es la Cuarta Convención de Ginebra (firmada en 1949), que se refiere a la protección de civiles de territorios bajo la ocupación militar y prohíbe al país ocupante enviar a sus ciudadanos a residir en el territorio ocupado. También obliga a la potencia ocupante a respetar los derechos humanos y a proporcionar una vida decente a la población del mismo.
Varias semanas después, Palestina y la Liga Árabe enviaron una petición oficial a Suiza para celebrar una conferencia internacional de los estados signatarios de la Cuarta Convención de Ginebra sobre el tema de la ocupación y colonización israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este junto al daño a civiles causado por el Ejército israelí en Gaza.
La última vez que los países signatarios de la Cuarta Convención de Ginebra se reunieron para tratar el conflicto palestino-israelí fue en 2001, tras el estallido de la Segunda Intifada. Dicha conferencia fue boicoteada por Israel y EEUU.
Después de aquella cumbre ha habido cuatro intentos infructuosos de reunir a los países signatarios de la Cuarta Convención de Ginebra para tratar el tema del conflicto palestino-israelí. Ni siquiera cuando Israel lanzó su operación Plomo Fundido contra Gaza en 2008 se produjo un tal encuentro.
Los diplomáticos suizos han propuesto un formato mínimo, es decir, una conferencia de tres horas a nivel de embajadores sin discusiones y sin cobertura mediática, excepto una declaración final. La conferencia dirigiría su atención a la implementación de la ley humanitaria internacional en los territorios ocupados.
Sin embargo, incluso este formato mínimo y prácticamente sin valor ha sido objeto de severas críticas por parte de la entidad sionista. Israel ha enviado a diplomáticos a Berna y Ginebra con el fin de convencer a sus homólogos suizos de que anulen la conferencia afirmando que ésta “ayudaría a los palestinos a ofrecer una mala imagen de Israel en un foro internacional”, dijo un diplomático suizo.
EEUU y Canadá han dicho también a Suiza que ellos boicotearían la conferencia. “Nos oponemos a la reunión de las Partes Signatarias de las Convenciones de Ginebra y hemos dejado claro nuestro rechazo inequívoco a este evento”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Edgar Vasquez, a Haaretz.
Aunque las resoluciones de la conferencia no son vinculantes, su trabajo ayudaría a poner de manifiesto una vez más que los asentamientos israelíes en los territorios palestinos de Jerusalén Este y Cisjordania son un crimen de guerra.
El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman ha llamado a algunos ministros de todo el mundo para convencerles que boicoteen esta conferencia si ella tiene lugar. Parte de este trabajo ha sido encargado a los embajadores israelíes.
Sin embargo, a pesar del apoyo de EEUU, Canadá y Australia, estos esfuerzos israelíes serán probablemente en vano y se espera que la diplomacia suiza anuncie pronto la fecha de celebración de la conferencia.