La decisión rusa de renunciar el proyecto South Stream es un paso táctico para presionar a Bulgaria y a la Comisión Europea, dijo este martes Martín Dimitrov.
La decisión rusa de renunciar el proyecto South Stream es un paso táctico para presionar a Bulgaria y a la Comisión Europea, dijo este martes Martín Dimitrov, vicepresidente de la Comisión Parlamentaria de Economía y Energía de Bulgaria.
"Es un paso táctico de (Vladímir) Putin y Rusia, en ningún caso renunciarán al South Stream", opinó.
Según Dimitrov, este paso de la parte rusa puede provocar una "histeria" en Bulgaria donde "exigirán aceptar todas las propuestas rusas".
Sin embargo, el funcionario subrayó que la construcción del gasoducto South Stream con participación rusa "debe realizarse en el formato de las reglas europeas y ser ventajoso económicamente para Bulgaria".
Putin anunció la víspera que Moscú se ve obligado a aparcar el proyecto del gasoducto South Stream, concebido como una ruta alternativa a la ucraniana para suministrar el gas ruso a la UE, debido a que todavía no se dispone de una autorización de Bulgaria para seguir adelante con el proyecto.
A su vez, el jefe del gigante gasista ruso Gazprom, Alexéi Miller, confirmó que el proyecto South Stream "está archivado".
RIA Novosti