Apenas 24 horas después de la salida del mediador qatarí del Líbano con destino a Qatar, el Frente al Nusra ejecutó al policía libanés Ali Bazzal.

Apenas 24 horas después de la salida del mediador qatarí del Líbano con destino a Qatar, el Frente al Nusra ejecutó al policía libanés Ali Bazzal. Este último formaba parte de un grupo de 27 soldados y libaneses secuestrados en agosto por los grupos takfiris Frente al Nusra y EI en la región fronteriza de Arsal.

Un ministro dijo al diario As Safir que “los qataríes asumen toda la responsabilidad por lo que ha pasado, dado su laxismo hacia los secuestradores de los militares libaneses”.

Este ministro, cuyo nombre no fue revelado, señaló que “existe una decisión de Qatar de no arreglar este tema. Lo mismo cabe decir de los responsables turcos”. Ambos países apoyan al terrorismo en Siria, Líbano y la región.

El jefe de la Sureté Générale, Abbas Ibrahim, había advertido durante la última reunión del gobierno de “una respuesta a todo acto de venganza de parte del Frente al Nusra y el EI mediante la aplicación de las penas de muerte dictadas por la justicia libanesa contra terroristas encarcelados por el Estado”.

En una de sus cuentas de Twitter, el Frente al Nusra anunció la ejecución de Ali Bazzal y justificó este crimen pretendiendo que “el Ejército libanés ha continuado sus acciones” contra los militantes y sus mujeres, y añadió que “la ejecución de uno de nuestros prisioneros de guerra, Ali al Bazzal, era la respuesta mínima”, según el comunicado, que amenaza también con ejecutar a otro prisionero.

El comunicado está acompañado de una foto en la que se ve a Ali Bazzal de rodillas y a una persona, cuyo rostro no se puede ver, apuntándole desde atrás con un fusil de asalto Kalashnikov.

El Ejército libanés ha detenido en estos últimos días en el Líbano a las esposas del líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi, y a la de un dirigente del Frente al Nusra, conocido con el nombre de Abu Ali al Shishani.

Tras conocerse el asesinato de Ali al Bazzal, los habitantes de Bazzalié, una localidad de la Bekaa, en el este del Líbano, salieron a las calles quemando neumáticos y cortando las carreteras para mostrar su indignación por este nuevo crimen de los terroristas en el Líbano.