El Ministerio de Exteriores de Rusia ha expresado su grave inquietud por los dos recientes ataques aéreos israelíes en Siria.

El Ministerio de Exteriores de Rusia ha expresado su grave inquietud por los dos recientes ataques aéreos israelíes en Siria y ha condenado este hecho en una carta dirigida al secretario general de la ONU en la que califica aquellos de “acción agresiva” y añade que ponen de manifiesto el deseo del régimen israelí de destruir el país árabe.

“Moscú está profundamente preocupado por este peligroso hecho, cuyas circunstancias exigen una explicación, dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Alexander Lukashevich.

Irán condenó también los ataques señalando que ellos son una prueba de la connivencia del régimen sionista con los grupos terroristas con el fin de destruir Siria y matar a sirios inocentes. También pidió a la ONU que cumpla con su obligación de detener esta agresión. La portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Marzieh Afjam, dijo el lunes que Tel Aviv sufrirá las consecuencias de atizar las llamas de la violencia en el país.

Por su parte, el ministro de Exteriores de Irán, Mohammad Yavad Zarif, afirmó que el ataque estaba “dirigido a fortalecer la moral de los grupos terroristas, que están sufriendo duros golpes de la resistencia de los pueblos sirio e iraquí”.

Un choque militar con  Rusia

Por su parte, los medios sirios señalaron que los ataques iban dirigidos a destruir armas antiaéreas rusas. Tel Aviv ha mostrado su temor a que Siria despliegue sistemas de misiles avanzados S-300.

El sitio de Debka.com, que mantiene estrechos vínculos con el complejo militar y de inteligencia israelí, citó a “fuentes militares y de inteligencia de Oriente Medio”, que describieron los ataques como “el primer choque militar abierto de Israel con Rusia en el transcurso de los más de tres años de guerra en Siria”.

“Estas fuentes aseguran que los ataques destruyeron algunos componentes del sistema antiaéreo ruso SA-25 u otro tipo de armas antiaéreas que Moscú había destinado para Siria”. Ellas añaden que aviones de transporte rusos habían enviado este cargamento en los últimos días a la sección militar del Aeropuerto Internacional de Damasco.

El envío de estos misiles a Siria es una clara advertencia de Rusia en contra del plan turco para crear una zona de exclusión aérea en el norte del país árabe. Moscú ha señalado que tal medida sería una agresión abierta contra Siria y motivaría su intervención para defender este país.

En un comentario publicado en el periódico israelí Haaretz, Amos Harel escribió que el último ataque israelí fue “excepcional desde tres aspectos: fue realizado después de que Hezbolá haya realizado esfuerzos para definir unas nuevas reglas del juego frente a Israel en el frente norte; tiene lugar después de que la “comunidad internacional” (los países occidentales) haya cambiado su orden de prioridades en relación a la guerra en Siria (de derrocar a Assad a derrotar al EI) y es la primera vez que Israel actúa en Siria desde que el primer ministro israelí Benyamin Netanyahu declaró su intención de convocar elecciones”.

La acción israelí podría tener otros motivos. Tel Aviv se opone con fuerza a las negociaciones sobre el programa nuclear con Irán y se siente irritado al ver como aviones iraníes y estadounidenses atacan al mismo tiempo al EI. La última intervención podría ir dirigida a provocar un conflicto que impida cualquier aproximación entre Teherán y Washington y haga fracasar las negociaciones.