Israel ha tomado nuevas medidas que buscan estrangular económicamente a los palestinos de 1948, también llamados árabes israelíes, es decir árabes que disponen de la ciudadanía israelí.
Israel ha tomado nuevas medidas que buscan estrangular económicamente a los palestinos de 1948, también llamados árabes israelíes, es decir árabes que disponen de la ciudadanía israelí. La última de estas medidas es la de prohibirles criar pollos y cultivar patatas. Esto se produce tras el cierre de varios negocios y fábricas de este sector de la población.
El Ministerio de Agricultura israelí decidió impedir a los árabes israelíes criar pollos -y por lo tanto producir huevos- y cultivar patatas afirmando que éste es un derecho sólo de los judíos que trabajan en las cooperativas agrícolas israelíes (moshav). Los huevos producidos por árabes israelíes desaparecerán del mercado en cuestión de días y serán reemplazados por huevos producidos en los moshavs, construidos sobre las ruinas de los pueblos palestinos destruidos durante la Nakba o Catástrofe de 1948.
El gobierno israelí también ha aprobado un decreto prohibiendo a los “árabes” cultivar patatas, sucumbiendo de este modo a las presiones de los agricultores judíos. Las autoridades israelíes han descubierto que el cultivo de patatas es barato y es una importante fuente de recursos para los árabes israelíes. Estas dos medidas son una prueba más del racismo institucional israelí.
En Palestina existen una serie de cultivos, como el tomillo y la malva, que no eran conocidos o consumidos por los judíos. Esto ha llevado a las autoridades israelíes a amenazar a los “ladrones de plantas” afirmando que quienes las tomen “serán procesados”.
Los agricultores judíos, que han descubierto la importancia de estas plantas para los palestinos, comenzaron a pedir las correspondientes licencias al Ministerio de Agricultura para cultivarlas y venderlas en los mercados árabes.
En el mismo contexto, las autoridades de ocupación israelíes han hallado otra forma de tratar de estrangular económicamente a los árabes israelíes. Dubek, la única compañía tabacalera israelí, ha anunciado que dejará de comprar tabaco a los productores árabes israelíes. El tabaco es una de las principales cosechas para estos últimos, en especial en Galilea. Israel ha comenzado ahora a importar tabaco de Turquía.
Continuando esta guerra económica y en colaboración con Jordania, Israel cerró recientemente las fábricas textiles en Galilea y el Neguev, que eran la principal fuente de ingresos de muchas familias árabes. Las autoridades de ocupación israelíes planean ahora resituarlas en Jordania bajo el pretexto de la mano de obra más barata.
Estas políticas han llevado al desempleo a un tercio de la población activa en el Neguev y en Umm al Fahm y han incrementado el foso del desempleo entre árabes y judíos. Mientras que la tasa de paro entre los árabes israelíes es del 25%, ella es de sólo el 6,5% entre los judíos. Las mismas estadísticas señalan que la mitad de los niños árabes israelíes viven ahora bajo el umbral de la pobreza.
Estas medidas responden a una política de limpieza étnica y persiguen crear condiciones extremas que presionen a la población árabe israelí para abandonar el territorio de la Palestina ocupada en 1948 y dirigirse al extranjero.
Al Akhbar