18-05-2024 05:33 PM Tiempo de Jerusalén

Crece la resistencia en Jordania a un acuerdo de importación de gas de Israel

Crece la resistencia en Jordania a un acuerdo de importación de gas de Israel

Una polémica ha estallado en Jordania con respecto a un acuerdo de gas previsto con Israel.

Una polémica ha estallado en Jordania con respecto a un acuerdo de gas previsto con Israel. Sus detractores rechazan toda cooperación con un estado al que el pueblo jordano sigue considerando un enemigo 20 años después de la firma del tratado de paz entre ambos gobiernos.

Este acuerdo, por valor de 15.000 millones de dólares y de 15 años de duración, convertiría a Israel en el principal suministrador de gas del reino, que es altamente dependiente en el plano energético. Hasta el momento, Jordania había estado dependiendo del gas egipcio.

Ninguna fecha ha sido fijada para la firma del acuerdo, que deberá ser sometido a la aprobación del gobierno jordano. En septiembre, los explotadores del campo de gas Leviatan firmaron un protocolo con Ammán, que prevé la venta de 45.000 millones de metros cúbicos de gas a la Compañía Eléctrica Nacional de Jordania.

El martes, el Parlamento jordano celebró una sesión consagrada a este acuerdo después de que 79 diputados, de un total de 150, firmaran una petición que exige su anulación. Los jordanos, que son en más de la mitad palestinos de origen, rechazan toda normalización con Israel.

“El suministro de energía forma parte de nuestra seguridad nacional. ¿Cómo podemos, pues, vincularla a un enemigo que no respeta ni tratados ni acuerdos de ningún tipo?”, dijo el presidente de la Comisión parlamentaria sobre la Energía, Yamal Qamwa, a AFP.

Él pidió al gobierno jordano que busque “una solución de recambio”, ya sea en forma de energías renovables o de un acuerdo con otro país distinto a Israel. “Comprar gas a Israel sería convertir a Jordania en un rehén del enemigo sionista”, afirmó.

Qamwa añadió que el acuerdo de gas constituiría el mayor acto de colaboración entre Israel y Jordania desde la firma del tratado de paz en 1994.

Por su parte, Yusuf Mansur, presidente de la Agencia Jordana para el Desarrollo Económico, denunció el acuerdo como una iniciativa “muy estúpida”. “No podemos contar con Israel. Si éste último decide cesar los suministros de gas o aumentar los precios, estaremos a merced de un estado que, justo hasta 1994, era un enemigo oficial de Jordania”.

Rechazando toda colaboración con Israel, la cofradía de los Hermanos Musulmanes, la principal fuerza de oposición del país, condenó y rechazó “un acuerdo susceptible de apoyar económicamente al enemigo sionista, contribuir a su política de muerte dirigida contra nuestros hermanos en Palestina y prolongar su detestable ocupación”.