Zahran Allush, cabecilla del Ejército del Islam, un grupo wahabí apoyado por Arabia Saudí, amenazó con la muerte a las minorías religiosas en Siria y al cristianos en el mundo.
Zahran Allush, cabecilla del Ejército del Islam, un grupo wahabí apoyado por Arabia Saudí, amenazó con la muerte a las minorías religiosas en Siria y al cristianos en el mundo, tras señalar que es una obligación el combatir contra ellos.
Durante un discurso en una mezquita en la ciudad de Duma, cerca de esta capital, que fue publicado en las redes sociales, Allush rechazó cualquier negociación con las autoridades de Damasco para detener el conflicto, que en casi cuatro años ha causado más de 200.000 muertos.
Fuentes cercanas a él revelaron en los últimos días presuntas conversaciones sobre el tema.
En su alocución, atacó a EEUU, a Europa y a la organización terrorista Estado Islámico (EI), a la que acusó de desvirtuar el sentido de la jihad.
El EI y el Ejército del Islam mantienen violentos enfrentamientos entre sí en diversas zonas de Siria, un problema que también afecta a numerosos grupos armados presentes en el país.
Recientemente, Al Manar reveló que la situación de Allush se volvió insostenible en Duma, el principal bastión de los radicales en Guta oriental, una extensa zona colindante con Damasco, debido a los choques internos, las crecientes críticas de la población y el avance del ejército.
Sus habitantes lo acusan de corrupción, de apropiarse de la ayuda humanitaria y de distribuirla gratuitamente entre sus aliados mientras la vende a precios exorbitantes a la población.
Esa situación derivó en un levantamiento popular el pasado mes, cuando los civiles asaltaron un almacén de comida custodiado por los radicales, reveló Al Manar.
A ello se sumaron los enfrentamientos con otros grupos armados, que acusan a Allush de cobardía, de perder todas las batallas ante el ejército sirio y de asesinar o arrestar a sus rivales.
PL