La decisión de Obama de restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba ha causado un shock en la Pequeña Habana, la zona de Miami donde residen habitualmente los cubano-americanos.
Las reacciones relativas a la reanudación de relaciones entre Cuba y EEUU han sido abrumadoramente positivas tanto en América Latina como en EEUU. Sin embargo, existen excepciones. Una es la de una parte de la comunidad cubana en el exilio en Miami y la derecha republicana que la apoya y representa.
Según el periódico The Star, la decisión de Obama de restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba ha causado un shock en la Pequeña Habana, la zona de Miami donde residen habitualmente los cubano-americanos. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que los tiempos de Jorge Mas Canosa, el multimillonario activista anticastrista que dirigió la Fundación Nacional Cubano-Americana y que falleció en 1997, ya quedan muy lejos.
La mayoría de los miembros de la comunidad cubana de Miami son jóvenes que nunca han estado en Cuba y no tienen ningún deseo de “regresar” a la isla y sólo pretenden realizar allí visitas puntuales. De este modo, el decrecimiento de las presiones de los miembros de esta comunidad en Washington ha sido un hecho determinante en la decisión de Obama de restablecer sus relaciones con la isla aparte de otras consideraciones, como el fracaso del bloqueo económico, el deseo de las empresas estadounidenses de expandir sus relaciones con la isla y el intento de tender una trampa estratégica a Cuba para intentar alejar a ese país de sus aliados reales, como Rusia o China.
“Obama nos ha vendido”
Pese a todo, existen muchos miembros de la comunidad cubana en el exilio que mantienen una actitud recalcitrante y no dudan en calificar a Obama de “traidor” por haber dado el paso de normalizar las relaciones con La Habana. Uno de ellos es el Comisionado local Estaban Bovo, un republicano cuyo padre fue piloto en la organización Pilotos al Rescate y que afirma que Washington ha vendido a su comunidad.
“Hoy es un triste día para todos aquellos que han dedicado sus vidas a una Cuba libre. Nuestro presidente ha vendido nuestra libertad”, dijo Bovo en su cuenta de Twitter. Maggie Khuly, vinculada también a la organización Pilotos al Rescate, manifestó al Miami Herald: “Estaba esperando esto, pero no puedo creerlo. Nadie (en el gobierno norteamericano) tuvo la decencia de decirnos nada.”
Otra organización anticubana, Damas de Blanco, se expresó en su cuenta de Twitter en idénticos términos: “Obama nos ha vendido”. Otro destacado miembro de la comunidada, Carlos Giménez, un responsable local nacido en Cuba, comparte esta postura crítica: “El gobierno cubano no ha hecho nada para merecer esto”, señaló. Un sentimiento de resignación e impotencia afecta, sin embargo, a muchos miembros de la comunidad que son conscientes de que sus puntos de vista hostiles a las relaciones con Cuba se han convertido en extremadamente minoritarios en EEUU, donde el bloqueo a Cuba es visto ya por muchos como una reliquia de la “guerra fría”.
Por su parte, la comunidad judía de Miami ha saludado la liberación de uno de sus miembros, Alan Gross, por las autoridades cubanas. Gross trabajó para la USAID, la agencia de desarrollo de EEUU, y realizó tareas de espionaje en Cuba con la excusa de ayudar a la pequeña comunidad judía de la isla.