El submarino ruso dotado de armas nucleares Vladimir Monomaj ha sido oficialmente incorporado a la Marina de Guerra rusa.
El submarino ruso dotado de armas nucleares Vladimir Monomaj ha sido oficialmente incorporado a la Marina de Guerra rusa.
Se trata del tercer submarino de clase Borei. Éstos son submarinos estrategicos de cuarta generación que presentan cualidades únicas. En 2013, los norteamericanos tardaron todo un mes en descubrir cerca de sus costas la presencia de un submarino ruso de clarse Shchuka-B (Akula, en código OTAN). En relación a los submarinos el Vladimir Monomaj puede ser calificado de invisible, señala Konstantin Sivkov, primer vicepresidente de la Academia de Problemas Geopolíticos.
“El ruido de este submarino en toda la gama de frecuencias, sobre todo en las frecuencias bajas, es extremadamente reducido. Esto prácticamente reduce a cero la eventualidad de que estos submarinos puedan ser descubiertos. Son las vibraciones de baja frecuencia (de 5 a 10 Hz) las que se propagan muy lejos en el agua, sobre todo en las grandes profundidades, alcanzando distancias de incluso miles de kilómetros. Estas vibraciones permiten detectar a un submarino con la ayuda de largas antenas, como las instaladas por los norteamericanos a bordo de sus navíos. Sin embargo, las vibraciones de baja frecuencia del Vladimir Monomaj, son infinitesimales, lo que los convierte en indetectables.
La industria rusa fabrica todos los componentes de los submarinos clase Borei. El material de a bordo, las armas electrónicas y cada una de sus piezas son fabricadas en Rusia. Esto es especialmente importante hoy, cuando el país sufre todo tipo de presiones externas.
Los submarinos clase Borei se han integrado ya dentro de la Marina rusa. El Yuri Bolgoruki forma parte de la Flota del Norte y el Alexander Nevski opera en el Océano Pacífico. El Vladimir Monomaj se integrará también en la Flota del Pacífico.
Existen otros dos submarinos clase Borei en construcción. En total, ocho submarinos de este tipo entrarán en servicio en la Marina rusa antes de 2020. Cada uno de ellos lleva 16 misiles R-30 Bulava (misiles nucleares mar-tierra o SLBM, que funcionan con combustible sólido), con 10 ojivas nucleares cada uno, así como seis lanzadores de torpedos Viyuga.
Cuando estén listos estos ocho submarinos, ellos por sí mismos constituirán una formidable fuerza de disuasión capaz de destruir 1.280 blancos (instalaciones militares o ciudades) en el país objetivo.
La Voz de Rusia