Medios saudíes, citados por el sitio israelí Debka.com, han alabado el reciente encuentro entre el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, con altos responsables qataríes.
Medios saudíes, citados por el sitio israelí Debka.com, han alabado el reciente encuentro entre el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, con altos responsables qataríes, que tuvo lugar el sábado 20 de diciembre en El Cairo. Se trata de la primera visita de una delegación oficial qatarí a Egipto desde que Sisi tomó posesión del cargo el pasado verano.
El líder de la delegación, Sheij Mohammad bin Abdel Rahman al Zani, miembro de la familia real qatarí, expresó su apoyo a “un papel de liderazgo de Egipto en el mundo árabe y musulmán”.
Una de las condiciones impuestas por tres estados del Consejo de Cooperación del Golfo -Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Bahrein- para llevar a cabo una normalización con Qatar, que quedó formalizada en la última cumbre del CCG en Doha, fue que el emirato “contribuya a la seguridad y estabilidad de Egipto”, lo que traducido quiere decir cortar el apoyo a los Hermanos Musulmanes.
Otra condición impuesta fue la de que el emir de Qatar ordene al canal de televisión Al Yazira que deje de criticar a los gobiernos saudí y egipcio.
Sin embargo, para Arabia Saudí esto no parece ser suficiente y el país ha pedido a Qatar que expulse del emirato al líder político de Hamas, Jalid Meshaal. Los saudíes están furiosos porque Hamas no se ha molestado en responder a la oferta saudí para abrir el paso fronterizo de Rafah, entre Gaza y Egipto, a cambio de que el movimiento palestino se aleje de Irán. Dentro de Hamas son cada vez más los que buscan un acercamiento a ese último país.
En este sentido, Meshaal, en lugar de enviar una respuesta a Riad, mostró su decisión de incrementar los vínculos de la organización con Teherán. Según el sitio israelí, el líder de Hamas se dispone a visitar en los próximos días la capital iraní.
Arabia Saudí cree que si Qatar hubiera presionado con fuerza a Hamas, este último habría roto con Irán, pero los dirigentes saudíes consideran que Doha ha optado por no hacerlo.