24-11-2024 07:45 AM Tiempo de Jerusalén

EEUU culpa sin pruebas a Corea del Norte del ataque informático a Sony

EEUU culpa sin pruebas a Corea del Norte del ataque informático a Sony

La Administración Obama incrementó la presión contra Corea del Norte después de que el FBI acusara formalmente a ese país de estar detrás de los ataques informáticos contra Sony Pictures Entertainme

La Administración Obama incrementó el viernes la presión contra Corea del Norte después de que el FBI acusara formalmente a ese país de estar detrás de los ataques informáticos contra Sony Pictures Entertainment. El presidente estadounidense Barack Obama declaró que su gobierno daría una “respuesta proporcionada” a Pyongyang “en el tiempo y lugar que decidamos”.

El gobierno de EEUU no ha mostrado ninguna prueba que vincule a Corea del Norte con el ataque contra Sony, que llevó a la cancelación por parte del estudio del estreno de la película de Seth Rogen “The Interview” (La entrevista), una supuesta comedia en la que dos periodistas norteamericanos son contratados por la CIA para asesinar el líder norcoreano Kim Jong-un.

El FBI afirmó que “las acciones de Corea del Norte buscan infligir un severo daño a una compañía norteamericana y suprimir el derecho de los ciudadanos estadounidenses a expresarse”. En este sentido, Obama criticó la decisión de Sony de retirar la película de la circulación en respuesta a las amenazas de los hackers, que se llaman a sí mismos “Los Guardianes de la Paz”.

Estos cargos resultan una clara hipocresía teniendo en cuenta la creación en los últimos años un aparato de estado policía en EEUU, donde, según datos del Wall Street Journal, el FBI posee fichas criminales de hasta 80 millones de estadounidenses, más de un tercio de la población adulta. Las agencias de inteligencia de EEUU vigilan los email y las comunicaciones de cada ciudadano norteamericano, destruyendo así todas las garantías recogidas en la Constitución de EEUU.

El gobierno norteamericano no ha dudado en pedir a los grandes periódicos y canales de televisión que retengan información, incluyendo la referida a las masivas violaciones de la Constitución realizadas por el propio ejecutivo en nombre de la “seguridad nacional”. Los medios estadounidenses rutinariamente aceptan esta censura y difunden la propaganda oficial, como sucedió en el caso de las inexistentes armas de destrucción masiva de Iraq.

Por su parte, el New York Times informó el sábado que Obama había dado instrucciones al Cibercomando para “establecer una serie de opciones ofensivas que podrían ir dirigidas contra Corea del Norte”. Una de las opciones discutidas fue lo que un responsable militar afirmó era “un ataque de demostración”, que podría incluir objetivos como instalaciones militares norcoreanas y  redes informáticas y de comunicación”.

Falta de pruebas

El FBI afirmó que existen varias similitudes entre el código del virus (malware) utilizado contra Sony y el que fue usado en algunos ataques anteriores de los que se culpó a Corea del Norte, pero tales alegaciones son insustanciales y además los expertos informáticos entrevistados por la prensa han arrojado dudas de que pueda establecerse un vínculo sólido entre todos estos ataques.

Los responsables estadounidenses recordaron también que la única conexión internacional a Internet de Corea del Norte es a través de China, una indicación de que Washington podría aprovechar el tema de Sony para acusar a China de tener un papel de apoyo en esta acción y otras de las que acuse a Corea del Norte en el futuro. Cabe señalar en este sentido que la compañía que está realizando la investigación sobre el ataque a Sony, junto con el FBI, es FireEye Inc. Ésta es la misma empresa que fue la fuente de una serie de informes, publicados en el New York Times, en los que alegaba la existencia de una unidad del Ejército chino que estaría especializada en atacar sistemas del gobierno de EEUU y de las compañías norteamericanas.

Corea del Norte niega implicación

Corea del Norte, por su parte, ha negado cualquier implicación en este ataque. Las autoridades norcoreanas han ofrecido una investigación conjunta con las de EEUU sobre el incidente a la vez que han advertido contra cualquier acción norteamericana contra la RPDC. EEUU ha rechazado, sin embargo, la propuesta norcoreana.

Según el analista norteamericano Marc Rogers, está claro que quien llevó a cabo el ataque tenía un amplio conocimiento de la estructura interna de Sony y acceso a contraseñas. Aunque un atacante puede haber reunido esta información con el paso del tiempo y utilizarla para crear el virus, una explicación más simple es la existencia de alguien de dentro de la compañía que actuara por pura venganza.

¿Qué hay detrás de “The Interview”?

Cabe señalar también que Sony Pictures tiene una larga y estrecha relación con la CIA. Su película Zero Dark Thirty (2012) fue realizada en colaboración con la agencia y presentaba la tortura a prisioneros por parte de la CIA como vital para luchar contra el terrorismo y la red de Osama bin Laden.

Patrick Martin escribió en un artículo del sitio World Socialist Web Site que, según el diario The Daily Beast, el co-presidente de Sony, Michael Lynton, es miembro del Consejo de Administración de la Rand Corporation, una importante compañía privada de inteligencia, que realiza informes y estudios para la CIA y el Pentágono. Según el diario, fue el especialista de la Rand Corporation en temas de Corea del Norte, Bruce Bennett, el que presionó para que la película de Sony se centrara en el asesinato del líder norcoreano.

En base a los emails publicados por The Daily Beast, Seth Rogen, el codirector de la película, quería que ésta se ocupara de un líder no especificado de un país sin nombrar, pero fue el propio Lynton el que le dijo “que no usara un nombre ficticio sino que la película se dirigiera contra Kim Jong-un”. En un mensaje escrito por Marisa Liston, vicepresidenta de Sony, se dice que Rogen y el otro codirector, Evan Goldberg, “mencionaron que un antiguo agente de la CIA y alguien que trabajó para Hillary Clinton habían revisado el guión”.

Martin añade que un email de Bennett, el analista de la Rand, a Lynton, sugiere que la película podría “ayudar a derrocar al régimen norcoreano”. “Creo que el asesinato de Kim Jong-un sería el camino más probable que conduciría a un colapso del régimen norcoreano”, escribió Bennett. “Creo que esta historia que habla de la eliminación del régimen de la familia Kim y la creación de un nuevo gobierno...  llevará a una consideración real en Corea del Sur, y creo que en la del Norte una vez que el DVD se infiltre en allí, de este tema”.

Lynton respondió: “Bruce, he hablado con un alto representante del Estado y él se muestra de acuerdo con todo lo que has dicho. Con todo. Te informaré en detalle cuando hablemos”.

Otros emails nombran a dos responsables del Departamento de Estado -el secretario adjunto Daniel Russel y el embajador Robert King, enviado especial de EEUU para temas de los derechos humanos en Corea del Norte- como aquellos que proporcionaron también ideas para el guión de la película.

Como recientemente señaló el New York Times, “el presentar el asesinato de un líder mundial, de forma cómica u otra, no tiene precedentes en los estudios de cine, señalan los historiadores”. Si Corea del Norte, Irán o Rusia produjeran una pelicula similar sobre un plan para asesinar a Obama, con horribles imágenes del presidente siendo descuartizado por un misil (la escena final de la película) el gobierno y los medios norteamericanos montarían un gran escándalo.

Este incidente tiene lugar además en un momento en el que EEUU está buscando un conflicto con Corea del Norte en varias esferas a la vez. El pasado martes un informe de un Comité de la ONU recomendó que responsables del gobierno norcoreano fueran enjuiciados por el Tribunal Penal Internacional por supuestas violaciones de los derechos humanos.

En realidad, la intensificación de medidas contra Corea del Norte va dirigida no sólo a Pyongyang sino también contra Pekín dentro del marco del así llamado “giro hacia Asia” de la Administración Obama, que busca cercar a China mediante un sistema de bases y alianzas militares.