El comandante adjunto del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica ha señalado que “Irán es capaz de destruir los portaaviones del enemigo gracias a sus misiles antibuque supersónicos”.

El comandante adjunto del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, general Hussein Salami, ha señalado que “Irán es capaz de destruir los portaaviones del enemigo gracias a sus misiles antibuque supersónicos”, informó la cadena por satélite iraní Al Alam.

Expresándose con ocasión de la ceremonia anual de la unión de las escuelas religiosas con las escuelas universitarias en la ciudad de Sananday (oeste de Irán), el general Salami declaró: “Podemos destruir en adelante los portaaviones enemigos fácilmente por medio de nuestros misiles supersónicos, puesto que disponemos de una tecnología militar muy sofisticada que ha asombrado a nuestros enemigos”.

Él explicó que “los progresos científicos y técnicos conseguidos por la República Islámica de Irán a pesar de las sanciones y el embargo no permiten a los enemigos adquirir una idea clara de nuestras capacidades militares”.

Él prosiguió diciendo que “a pesar de las sanciones y la persecución llevada a cabo por nuestros enemigos contra nuestros científicos, hemos alcanzado estos logros y ahora podemos decir que nuestros misiles se encuentran entre los mejores del mundo”.

Por otra parte, Irán ha señalado que ha desarrollado un sistema de defensa antiaérea equivalente al S-300 ruso y que ha sido bautizado con el nombre de Bavar 373, reveló el general Farzad Ismaeli, jefe de la Defensa Antiaérea de Irán, en declaraciones recogidas por la agencia Irib.

“Los radares de interceptación y detección del Bavar 373 están siendo probados en la actualidad, al igual que los misiles de baja, media y elevada altitud de vuelo que pertenecen a este sistema”, afirmó.

Una vez que las pruebas sean realizadas, los misiles se integrarán en la red de defensa antiaérea nacional, añadió.

Los iraníes comenzaron la fabricación de este sistema antiaéreo en 2007 cuando Rusia se abstuvo de cumplir un contrato concluido con Irán para entregarle cinco baterías de misiles S-300 rusos a cambio de 800 millones de dólares.