Los rabinos israelíes de origen etíope acusan al Rabinato israelí de discriminación racial contra ellos a pesar de los obstáculos que han debido afrontar para transferir de judíos etíopes a Israel.
Los rabinos israelíes de origen etíope acusan al Rabinato israelí de discriminación racial contra ellos a pesar de los obstáculos que han debido afrontar para transferir a miles de judíos etíopes a Israel y para preservar la religión judía en Etiopía.
El periódico israelí Yedioth Aharonoth publicó el miércoles un reportaje que afirma que los rabinos etíopes son víctimas de una discriminación racial debido al color de su piel.
Según el informe, el Rabinato israelí ha reducido los poderes a los rabinos etíopes y les impide cumplir las tareas más simples, incluyendo las ceremonias de matrimonio para los judíos etíopes.
El rabino Abashat Yellao, que vive en Netanya con su mujer y sus siete hijos, declaró: “Yo era un rabino importante en Etiopía y yo protegía allí las tradiciones judías a pesar de las presiones. Yo convencí a numerosas personas de venir a este país. Hoy el Rabinato nos discrimina debido al color de nuestra piel y nos priva de los derechos más fundamentales”.
Aviva Kaplan, de la Universidad de Netanya, justifica este racismo: “Israel ha desplazado a los etíopes de una sociedad patriarcal hacia una comunidad postmoderna”, afirmó.
El tema del racismo contra los judíos negros es antiguo. Los más de 110.000 judíos etíopes (falashas) que viven en Israel se quejan de sufrir controles policiales excesivos y son objeto de ataques cotidianos por parte de la prensa israelí.