El Ejército sirio decomisó cinco camiones en la central provincia de Hama con numerosas cajas llenas de armas y pertrechos bélicos procedentes de Arabia Saudí con destino a grupos extremistas.
El Ejército sirio decomisó cinco camiones en la central provincia de Hama con numerosas cajas llenas de armas y pertrechos bélicos procedentes de Arabia Saudí con destino a grupos extremistas, señaló el lunes un portavoz militar.
La fuente informante destacó que unidades de la 11ª división atacaron un escondite del Frente Al Nusra, brazo de Al Qaida en Siria, cerca de la ciudad de Salamiyya, donde descubrieron los vehículos.
Los camiones transportaban cajas con el rotulo “alimento de ayuda”, pero en su interior había medicamentos de primeros auxilios, 40 cohetes tipo grad, 20 obuses de mortero, munición de ametralladoras de 23 milímetros y barriles cargados con explosivos de tipo C-4.
Esta no es la primera vez que los militares localizan cargamentos similares. Es común que esos transportes ingresen desde Turquía para suministrar armas y municiones a las organizaciones terroristas, precisó la fuente, citado por el portal noticioso Al Masdar News.
Durante los combates en la zona murieron al menos 19 militantes, la mayoría de Al Nusra.
El gobierno de Damasco acusa a varios países vecinos, en especial Arabia Saudita, Qatar y Turquía, así como a EEUU y sus aliados europeos, de apoyar a los grupos extremistas presentes en su territorio nacional.
Se rinden 300 militantes
Más de 300 militantes armados se entregaron a las autoridades sirias en varias zonas del país como parte del proceso de reconciliación nacional que impulsa el gobierno, reportó el domingo una fuente oficial.
Un portavoz de la policía precisó los funcionarios competentes normalizarán el estado jurídico de esas personas, oriundos de esta capital y de las provincias de Damasco Campo, Hassakeh e Idleb.
Para recibir el perdón, quienes abandonen la lucha no pueden estar implicadas en homicidios y deben comprometerse a no volver a cometer actos que atenten contra la seguridad del país.
Recientemente, el ministro de Reconciliación Nacional, Ali Haider, reafirmó la necesidad de encontrar una solución política para poner fin a la guerra, que desde 2011 ha causado más de 200.000 muertos.
Como parte de la iniciativa, que se realiza en paralelo a la ofensiva militar, miles de irregulares entregaron sus armas, tras lo cual las autoridades regularizan su estatus jurídico.
Varios sectores de la sociedad siria, como las tribus y líderes de diversas confesiones, apoyan este plan para terminar la conflagración.
En reiteradas ocasiones, Damasco ha denunciado el respaldo financiero y militar de potencias occidentales y regionales a las bandas radicales que operan en Siria.
PL