Altos dirigentes talibanes en Pakistán y Afganistán realizaron el pasado domingo un juramento de fidelidad al líder del así llamado Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi.

Altos dirigentes talibanes en Pakistán y Afganistán realizaron el pasado domingo un juramento de fidelidad al líder del así llamado Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi, lo cual marca una tendencia hacia la progresiva unidad de los grupos terroristas takfiris detrás de la bandera del EI.

Los talibanes cimentaron este pacto de unidad decapitando a un soldado pakistaní al que mantenían prisionero.

Este hecho se produjo también poco después de que Amedy Coulibaly, el tercer miembro del grupo terrorista que actuó en Francia, afirmara públicamente su adherencia al EI.

Según los expertos, el EI se está extendiendo como demuestra el hecho de que haya llevado a cabo atentados en Europa y esté realizando tareas de reclutamiento en nuevos países como Afganistán y Pakistán.

El 5 de enero, el EI llevó a cabo un ataque contra un puesto fronterizo saudí, que causó la muerte a un general y dos guardias fronterizos. Esta acción fue realizada por nacionales saudíes.

El atentado de París también ha dejado en evidencia que el EI y Al Qaida en la Península Arábiga operan de forma coordinada. Los dos hermanos Kouachi, que atacaron a Charlie Hebdo, afirmaron que ellos actuaron en nombre de AQPA.

La unión a esta almalgama de los talibanes afganos y pakistanies ha contribuido a la formacion de un gran bloque terrorista y Abu Bakr el Bagdadi se ha convertido en el líder del mismo en detrimento del líder de Al Qaida, Zaiman al Zawahiri.

Por su parte, el general afgano, Mahmud Khan, denunció recientemente que los combatientes del EI están reclutando abiertamente a combatientes en Helmand y que un líder religioso llamado Mullah Abdul Rauf ha estado intentando atraer a líderes tribales a la organización.

Mullah Rauf fue comandante de los talibanes durante años, pero ahora parece haberse pasado al EI.