Angela Merkel, dijo el lunes en el congreso de su partido conservador que Europa conoce quizás su momento más difícil desde la Segunda Guerra Mundial con la crisis de la deuda.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo el lunes en el congreso de su partido conservador que Europa conoce “quizás” su momento más difícil desde la Segunda Guerra Mundial con la crisis de la deuda.
“Europa vive uno de los momentos más difíciles desde la Segunda Guerra Mundial, tal vez su hora más difícil”, advirtió Merkel en la conferencia de la Unión Cristiano-Demócrata (CDU) que se desarrolla en Leipzig, en el territorio de la antigua República Democrática Alemana.
“Cada generación tiene su desafío político”, dijo la canciller, haciendo notar que la generación del canciller Konrad Adenauer había reconstruido Europa en la post-guerra y la de Helmut Kohl había logrado la unidad alemana y europea.
La generación actual se enfrenta a “una prueba histórica” y se trata de “demostrar que Europa puede llegar a un punto de inflexión” con esta crisis financiera, señaló la canciller en un largo discurso consagrado a Europa.
Ante un millar de delegados reunidos el martes, Angela Merkel, que desempeña un papel clave en la gestión de la crisis en la eurozona, insistió en que “es hora de que se avance hacia una nueva Europa”, porque “si el euro fracasa, Europa fracasará”.
“El euro es mucho más que una moneda, es el símbolo de medio siglo de paz, libertad y bienestar social”, dijo la líder de la CDU desde hace once años y canciller de Alemania desde 2005.
Ante el descontento de algunos alemanes, cansados de las políticas fiscales laxas de algunos socios europeos, Angela Merkel, reiteró: “Si Europa va mal, Alemania va mal”.
"Necesitamos de Europa para que Alemania vaya bien”, afirmó, recordando en particular la importancia de la Unión Europea para el comercio exterior del país, ya que el 60% de las exportaciones alemanas van dirigidas a uno de los 27 miembros de la UE.
“Nueve millones de empleos dependen directamente” de estas exportaciones, dijo.
Tras pedir reformas en Europa, como ha hecho delante de sus socios en cada reunión de líderes europeos, ella insistió en que tales reforman no deben traducirse en “menos Europa, sino por el contrario en más Europa”.
“Todos somos parte de una política interna europea”, dijo ella, subrayando que Alemania está dispuesta a “ayudar” a los países con problemas, pero añadió que espera que estos últimos “hagan sus deberes” y saneen sus finanzas públicas.