En las últimas semanas, los huthis de Yemen, que han conseguido afianzar su control sobre Sanaa y otras ciudades y regiones del país han sufrido varios atentados suicidas.

En las últimas semanas, los huthis de Yemen, que han conseguido afianzar su control sobre Sanaa y otras ciudades y regiones del país han sufrido varios atentados suicidas, que han tenido lugar en la capital y otras ciudades y han costado la vida a unas 200 personas.

Algunas fuentes han dicho al diario Al Akhbar que Ali Mohesen al Ahmar, el antiguo jefe de la Primera División Acorazada del Ejército yemení y considerado como el militar más influyente de Yemen, reside ahora en Arabia Saudí después de su huída del país tras su derrota a manos de los huthis.

Él tiene, sin embargo, muchos seguidores en el Ejército y en el Partido de la Congregación y la Reforma de Yemen (Al Islah). Según las fuentes, Al Ahmar en coordinación con la inteligencia saudí planea una confrontación con el movimiento huthi de Ansarulá. Él ha repartido dinero y creado campos de entrenamiento para militantes y les ha suministrado armas. Él está también reclutando terroristas takfiris y enviándoles a luchar a Yemen contra el movimiento huthi.

Con estas acciones, Arabia Saudí busca volver a erigirse como un actor principal en los acontecimientos de su vecino. El plan de Al Ahmar no es nuevo, sino que se parece al utilizado por los saudíes para desestabilizar Iraq. Según varias fuentes, Al Ahmar busca convertir las provinciaas de Marib, Hadramut y Shabwah en “emiratos” similares al “califato” del líder del “Estado Islámico”, Abu Bakr al Bagdadi, en Siria e Iraq. La creación de campos de entrenamiento ha comenzado en la provincia de Marib, rica en petróleo, concretamente en Al Sahil y Al Najla. El clan de Ahmar ha llevado a cabo robos y sabotajes en Sanaa para culpar de los mismos al movimiento huthi.

Los huthis conocen los planes de Ahmar y han obtenido documentos en sus campos capturado que muestran que él recibió los salarios de 20.000 soldados inexistentes supuestamente enrolados en sus campos. Él ha intentado presionar a las compañías petrolíferas incendiando sus oleoductos e instalaciones con el fin de obligarlas a detener sus operaciones y sumergir el país en una crisis petrolífera.

El movimiento huthi ha pedido al gobierno y al presidente Abed Rabbo Mansur Hadi que asuman sus responsabilidades en la lucha contra estos planes de desestabilización y que implementen el Acuerdo de Paz y Asociación Nacional y otro complementario sobre seguridad. También se preparan ellos mismos, junto con los comités populares para la lucha contra los planes de Ahmar y sus patrocinadores saudíes. De momento, parece que el plazo para la toma de la provincia de Marib, en poder de grupos terroristas, ya ha comenzado.

Alianza con el Movimiento del Sur

Un factor importante en la lucha contra Ahmar es la existencia de un interés común entre los huthis y los habitantes del sur de Yemen. Los dos grupos han sufrido la injusticia y marginación durante décadas bajo la autoridad de Ahmar. Ambos buscan cambios y rechazan el estatus quo. Las dos partes apoyan una federación del país en dos regiones: el Norte y el Sur.

Varios encuentros entre ambas partes han tenido lugar en las últimas semanas. Ellos se reunieron en más de una ocasión en Beirut y en Saada, una ciudad del norte de Yemen que es feudo de los huthis. Ambas partes han decidido intercambiar información sobre Al Qaida y los grupos militantes. Los huthis también se comprometieron a no invadir ningun área del sur del país.