Tropas libanesas recuperaron el viernes el control de Tallet Al-Hamra, área montañosa de Ras Baalbek paralela al poblado fronterizo de Arsal...
Tropas libanesas recuperaron el viernes el control de Tallet Al-Hamra, área montañosa de Ras Baalbek paralela al poblado fronterizo de Arsal, tras fuertes enfrentamientos con yihadistas del Estado Islámico (EI) y el Ejército Sirio Libre.
Reportes de medios oficiales informaron que efectivos de las Fuerzas Armadas del Líbano entablaron duros combates con armamento pesado en aquella zona, con saldo de numerosos muertos y heridos entre los terroristas, cuyos cuerpos quedaron tendidos en el campo de batalla.
En los choques el Ejército nacional empleó misiles de largo alcance y artillería pesada, precisó un corresponsal de la agencia gubernamental de noticias NNA en la región.
Desde primeras horas del viernes soldados repelieron un ataque de los irregulares provenientes de Siria contra sus puestos en Tallet al Hamra, una porción de territorio en las montañas de Ras Baalbek que limita con el poblado de Arsal, asaltado por en agosto por el EI y Al-Nusra.
Las escaramuzas comenzaron el jueves en la noche a raíz del ataque de los takfiris del EI y el ESL contra la periferia de Arsal, previo a que el primero de esos grupos secuestrara a dos personas de nacionalidad siria.
El mando militar confirmó que dos insurgentes murieron anoche cuando trataban de infiltrar posiciones de las Fuerzas Armadas ubicadas entre Wadi Al Hosn y Wadi Hemayed, también en las montañas que rodean Arsal.
Ayer, el comandante del Ejército libanés, general Jean Qahwaji, reiteró en un recorrido por una escuela militar en Fayyadieh la determinación de combatir el terrorismo en el país y evitar su propagación.
Qahwaji subrayó que los esfuerzos y sacrificios de las Fuerzas Armadas detuvieron la "infiltración de los terroristas" y protegieron la unidad del país ante la amenaza del conflicto y el caos, pero advirtió que esa lucha con los yihadistas no ha acabado y seguirá a cualquier precio o sacrificio.
Hace dos días las autoridades arrestaron a un hombre de confesión sunnita que encubrió a uno de los autores del atentado suicida de comienzos de este mes causante de nueve muertos y 37 heridos en el café Omran de Jabal Mohsen, vecindario de mayoría chiita alawita en la norteña ciudad de Trípoli.
El martes, el fiscal militar imputó a 28 personas por los referidos atentados reivindicados por el Frente Al-Nusra, incluidos los líderes islamistas ahora fugitivos Osama Mansur y Shadi al Mawlawi.