Una atmósfera de alegría reina en las regiones kurdas de Siria después de la derrota del EI en la ciudad de Kobaní (Ain al Arab) tras 112 días de combates.
Una atmósfera de alegría reina en las regiones kurdas de Siria después de la derrota del EI en la ciudad de Kobaní (Ain al Arab) tras 112 días de combates.
Esta derrota se produce el mismo día que el Ejército y las milicias de Iraq han derrotado al EI en la provincia de Diyala, que ha sido liberada por fuerzas iraquíes.
Fuentes locales sirias, citadas por SANA, indicaron que los defensores de Kobani (las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo, YPG) habían tomado el control de Ain al Arab.
Esta ciudad fronteriza con Turquía ha sido limpiada de toda presencia de los terroristas y las milicias kurdas han comenzado las operaciones de rastreo en busca de terroristas que se hubieran quedado en el lugar y con el fin de desactivar los explosivos que hubiera en las viviendas.
“Kobani ha sido liberado, felicitaciones a la Humanidad, al Kurdistán y al pueblo de Kobani”, dijo el lunes Polat Can, un portavoz del YGP.
Según diversas fuentes, el balance final de la batalla es de 979 terroristas del EI muertos y 324 combatientes del YPG igualmente fallecidos.
Kobani era especialmente valiosa para el EI por ser un punto de cruce hacia Turquía y porque su toma hubiera creado una continuidad territorial entre varios territorios en poder del EI, desde la provincia de Alepo hasta Raqqa.
Una derrota decisiva para el EI
Las derrotas de Kobani y Diyala suponen un duro golpe al EI y podrían significar un punto de inflexión en la historia bélica de este grupo desde su aparición en Siria.
“Se trata de un duro golpe para el EI y sus proyectos de expansión”, subrayó Mutlu Civiroglu, especialista en la cuestión kurda y con sede en Washington.
“A pesar de sus armas sofisticadas y sus combatientes, el grupo no ha podido tomar Kobani”, dijo a AFP.