El MNA ha reiterado su apoyo a los derechos nucleares de Teherán después de la publicación del reciente informe del Organismo Internacional de Energía Atómica sobre las actividades de Irán.
El Movimiento de Países No Alineados (MNA) ha reiterado su apoyo a los derechos nucleares de Teherán después de la publicación del reciente informe del Organismo Internacional de Energía Atómica sobre las actividades de Irán.
Irán ha cooperado plenamente con el OIEA para disipar las preocupaciones sobre sus actividades nucleares, señala una declaración del MNA dada a conocer el viernes.
Este apoyo se produce después de que el pasado 8 de noviembre, el OIEA afirmara en un informe que Irán que había participado en actividades relacionadas con el desarrollo de armas nucleares antes de 2003 y que estas actividades “todavía podrían tener lugar”.
Irán ha rechazado el informe como “desequilibrado, poco profesional y preparado con una motivación política y bajo la presión política de EEUU”.
Los 120 Estados miembros del MNA también se pronunciaron en contra de cualquier presión por parte de terceros a la agencia nuclear de la ONU ya que eso compromete la credibilidad del OIEA, señala Press TV.
El MNA pidió además la creación de una zona libre de armas nucleares en el Medio Oriente y que sea firmado un tratado internacional que prohíba cualquier ataque contra instalaciones nucleares.
EEUU, Israel y sus aliados acusan a Irán de desarrollar un programa nuclear militar y utilizaron esta alegación como un pretexto para convencer al Consejo de Seguridad para que impusiera una cuarta ronda de sanciones contra ese país.
Mientras tanto, Israel, que se cree que posee más de 300 cabezas nucleares, recientemente probó un nuevo misil de largo alcance capaz de transportar ojivas atómicas. El misil Jericó-3 es capaz de transportar una carga de 750 kilos y tiene un alcance de hasta 10.000 kilómetros. Israel se niega además a firmar el Tratado de No Proliferación (TNP).
Teherán ha negado categóricamente las alegaciones occidentales, precisando que, como signatario del Tratado de No Proliferación, tiene el derecho a adquirir y desarrollar la tecnología nuclear con fines pacíficos.