Un general de brigada del Ejército israelí estaba hablando en una conferencia sobre tecnología fronteriza en El Paso, a 10 minutos del muro que separa EEUU de México.
En octubre de 2012, Roei Elkabetz, un general de brigada del Ejército israelí, pronunció una disertación sobre las estrategias fronterizas de la entidad sionista. En su presentación de PowerPoint, él mostró una foto de la barrera que rodea y aisla a la Franja de Gaza. “Hemos aprendido mucho en Gaza”, dijo Elkabetz. “Es un gran laboratorio”.
Elkabetz estaba hablando en una conferencia sobre tecnología fronteriza en El Paso, a 10 minutos del muro que separa EEUU de México. En la conferencia se mostraron algunos instrumentos de control de la frontera como vehículos blindados camuflados con el color del desierto, globos equipados con cámaras de alta resolución, sensores utilizados para detectar el movimiento de personas etc.
El 20 de Noviembre de 2014, Obama anunció una serie de acciones ejecutivas sobre inmigración. Al mismo tiempo, anunció medidas para reforzar la frontera entre EEUU y México, que incluyen, entre otras cosas, doblar el número de agentes fronterizos y tomar medidas que “puedan detener el flujo de ilegales y acelerar el retorno de los que han cruzado”.
El resultado es unos 40.000 millones de dólares en agentes, muros y tecnologías dirigidas a reforzar la frontera. De este modo, las áreas fronterizas se han convertido en otro gran laboratorio al aire libre, como Gaza, para las compañías tecnológicas, varias de ellas israelíes.
En febrero de 2014, la agencia de Protección de las Aduanas y Fronteras (CBP), dependiente del Departamento de Seguridad de la Patria, contrató con la compañía israelí Elbit Systems la creación de un “muro virtual”, una barrera tecnológica que se establecerá en el desierto de Arizona. Ella utilizará bancos de datos similares a los que Israel usa en Gaza y Cisjordania para controlar a los palestinos. La compañía produce vehículos y drones de vigilancia y “vallas inteligentes”, que tienen la capacidad de detectar el movimiento o el toque de personas. Estas barreras, que ahora se establecerán en el Sur de Arizona, son similares a las creadas por Israel en Cisjordania y Gaza. Las vallas también incluyen torres de vigilancia con cámaras, sensores, radares y salas de control. En 2004, Elbit proporcionó ya los primeros drones para la vigilancia en la frontera.
Otra compañía israelí, The Golan Group, una empresa de asesoramiento israelí compuesta por antiguos oficiales del Ejército, ha proporcionado cursos intensivos de ocho días a oficiales de inmigración estadounidenses, incluyendo la aplicación de tácticas de combate contra inmigrantes que traten de acercarse a la valla fronteriza. La compañía ha suministrado al sheriff Joe Arpaio, “el más duro sheriff de EEUU” un sistema de vigilancia para una de sus prisiones. Por su parte, los legisladores del Estado de Arizona han hablado de su estado y de Israel como “socios naturales” y añadieron que se trataba de una relación “que buscamos reforzar”. Por ello, el periodista Jimmy Johnson ha comenzado a hablar de la frontera de “México-Palestina”.
El alcalde de Tucson, Jonathan Rotshschild, ha manifestado, por su lado, que “Si vas a Israel y al Sur de Arizona y cierras los ojos y los abres podrías no llegar a ver la diferencia”.
El control más estrecho de fronteras no afecta, por supuesto, a las grandes compañías estadounidenses que poseen instalaciones al otro lado de la frontera, en Ciudad Juárez, donde se benefician de la explotación laboral de miles de trabajadores mexicanos. En este sentido, el incremento de las restricciones a la circulación de las personas contrasta con las mayores facilidades dadas a la libre circulacion de capitales.
Paradójicamente también, varias de estas compañías israelíes y norteamericanas de seguridad están instaladas en México, donde producen sus sistemas dirigidos precisamente contra ciudadanos mexicanos en su mayor parte.
El caso de México no es único. Algunos países como Chile, Colomnbia y Brasil han adquirido también drones y equipos de vigilancia a empresas israelíes que son responsables de crimenes contra el pueblo palestino en el contexto de la ocupación. En el caso de Brasil, por ejemplo, estos drones son utilizados para vigilar la frontera con Paraguay y Bolivia. Otras de estas compañías israelíes participarán en proyectos de seguridad en Brasil durante la Olimpiada de 2016.
Según Joseph Nevin, las compañías israelíes dirigen el foco de sus actividades contra los pueblos, en especial los indígenas, ya sean los palestinos o los latinoamericanos, y venden sus tácticas para el control de la población.
Mohyeddin Abdulaziz, un palestino que se estableció en Arizona cuando las fuerzas israelíes destruyeron su pueblo en Cisjordania en 1967, ve ahora de nuevo un paisaje familiar en el Sur de Arizona. Él es uno de los fundadores de la campaña para el Boicot, la Desinversión y las Sanciones contra Israel y también uno de los que han denunciado la situación de militarización que se está produciendo en la frontera entre EEUU y México, que, según él, viene a demostrar de nuevo que las “violaciones de los derechos humanos y el Derecho Internacional que Israel lleva a cabo no ocurren sólo en el interior sino también en el exterior de su territorio”.
Salon.com